La perrita cariñosa

Había una vez una señora llamada María que vivía en una casa grande con un hermoso jardín. Un día, los hijos de María le pidieron que adoptara una perrita que encontraron abandonada en la calle.

Pero María no quería tener mascotas en su casa. Los niños, con caritas tristes, le rogaron a su mamá que les permitiera quedarse con la perrita.

Después de mucha insistencia, María finalmente accedió, aunque en su corazón seguía sin querer tener a la perrita en su casa. La perrita, a pesar de sentir la frialdad de la señora, siempre se mostraba cariñosa y amigable con todos.

Un día, María fue a la huerta a recolectar frutas y sin darse cuenta, se cayó en un lugar espinoso y se lastimó la pierna. La perrita, que estaba cerca, corrió rápidamente hacia ella y con su boca le quitó suavemente las espinas.

María, sorprendida por el acto tan valiente y amoroso de la perrita, abrazó a la perrita con todo su corazón.

A partir de ese día, María cambió su forma de ver a la perrita y dejo de sentir que no la quería, aprendiendo que la perrita, a pesar de su tamaño, tenía un corazón grande y valiente. Desde entonces, se convirtieron en las mejores amigas y María aprendió a amar a su nueva mascota con todo su ser.