La perrita valiente
Había una vez un perro llamado Nena que vivía en una pequeña casa en el barrio de Villa Perrito. Nena era una perrita muy traviesa y curiosa, siempre estaba buscando nuevas aventuras.
Un día, mientras su dueño se encontraba trabajando, Nena decidió escaparse de la casa para explorar el mundo exterior. Corrió por las calles del vecindario hasta llegar a la escuela del barrio.
Al llegar a la escuela, Nena vio a los niños jugando en el patio y decidió unirse a ellos. Los niños estaban sorprendidos al ver a un perro en su escuela, pero rápidamente se dieron cuenta de lo amigable y cariñosa que era Nena.
"¡Miren chicos! ¡Tenemos un nuevo amigo animal!"- exclamó Juanito, uno de los niños. Los niños comenzaron a jugar con Nena y pronto se convirtió en la mascota no oficial de la escuela.
La directora, Doña Carmen, también quedó encantada con la presencia de Nena y decidió permitirle entrar al colegio todos los días. Nena se volvió muy popular entre los estudiantes. Les enseñaba lecciones importantes como respeto hacia los animales y responsabilidad al cuidarlos.
Además, les recordaba que todos merecen amor y amistad sin importar cómo sean o qué aspecto tengan. Pero un día ocurrió algo inesperado: la ciudad anunció que necesitaban construir un nuevo parque en el terreno donde estaba ubicada la escuela. Todos estaban tristes porque significaba que tendrían que cerrarla.
Nena sabía que tenía que hacer algo para ayudar a sus amigos. Entonces, decidió ir al ayuntamiento para hablar con el intendente y pedirle que reconsiderara la decisión de cerrar la escuela.
Al llegar al ayuntamiento, Nena se encontró con el intendente Don Pedro. Con su cola moviéndose rápidamente de un lado a otro, Nena le explicó cómo la escuela era importante para los niños y cómo había ayudado a educarlos.
Don Pedro quedó impresionado por las palabras de Nena y decidió reunirse con los padres y maestros para buscar una solución alternativa. Después de muchas conversaciones, finalmente llegaron a un acuerdo: construirían el parque en otro lugar cercano sin tener que cerrar la escuela.
El día de la inauguración del nuevo parque llegó y todos estaban emocionados. Los niños corrieron hacia allí junto con Nena, quien ahora tenía su propia estatua en honor a todo lo que había hecho por ellos.
Desde ese día en adelante, Nena siguió siendo parte importante de la vida escolar. Todos aprendieron valiosas lecciones sobre amistad, perseverancia y luchar por lo que creen justo.
Y así, gracias a una perrita llamada Nena, el barrio de Villa Perrito tuvo un hermoso parque donde los niños podían jugar felices mientras seguían aprendiendo en su querida escuela.
FIN.