La perrita valiente

Había una vez, en las hermosas montañas de Argentina, un niño llamado Juan. Un día, mientras jugaba con su pelota en las colinas, escuchó un débil llanto. Siguiendo el sonido, descubrió a una perrita herida.

Juan la cuidó y la llevó a casa, donde su familia la atendió y se convirtió en parte de la familia. La perrita, a quien Juan llamó Luna, creció fuerte y leal, siempre acompañando a Juan en todas sus aventuras.

Pasaron los años y se convirtieron en inseparables amigos. Una tarde, durante un paseo en la montaña, una tormenta sorprendió a Juan y Luna. En medio de la lluvia y el viento, Luna se extravió. Juan la buscó sin descanso, pero no logró encontrarla.

Estuvo muy triste por mucho tiempo, pensando en su amiga perdida. Un día, mientras exploraba la misma montaña, escuchó ladridos provenientes de un hueco. Al acercarse, descubrió a Luna cuidando de un pequeño cachorrito abandonado.

Quedó asombrado por la valentía de su amiga, que había superado la adversidad y encontró fuerzas para cuidar a otro ser.

Desde ese día, Juan, Luna y el nuevo cachorrito, al que llamaron Sol, formaron una familia unida, aprendiendo juntos sobre el valor de la amistad, la superación y el cuidado de los demás.