La persecución de la torta



Había una vez en el Reino Champiñón, un perro llamado Luna que era la mejor amiga de Mario y Luigi.

Luna siempre estaba dispuesta a ayudarlos en sus aventuras, pero hoy era un día especial para ella porque cumplía años y sus amigos querían hacerle una gran fiesta sorpresa. Mario y Luigi habían preparado todo con mucho cuidado: globos, serpentinas, confeti y una enorme torta de chocolate. Sin embargo, aún faltaba algo muy importante: los invitados.

"¿Dónde están los demás?", preguntó Mario impaciente mientras miraba su reloj. "No lo sé", respondió Luigi preocupado. "Deberíamos ir a buscarlos". Los dos hermanos salieron corriendo por el bosque en busca de los invitados perdidos.

Después de caminar durante un rato, encontraron a Yoshi comiendo bayas en un claro del bosque. "¡Yoshi! ¡Estamos buscando a todos para la fiesta de Luna! ¿Te vienes?", exclamó Mario emocionado.

"¡Por supuesto!", dijo Yoshi entusiasmado mientras se subía al lomo de Mario. Juntos continuaron su búsqueda hasta que llegaron al castillo donde vivían las princesas Peach y Daisy. Allí encontraron a Toad guardando la entrada del castillo.

"¡Toad! ¿Has visto a los demás? Necesitamos encontrarlos para la fiesta", preguntó Luigi ansioso. "Sí, sí... Los vi hace unos minutos cerca del estanque", respondió Toad distraídamente mientras jugaba con su móvil. Corrieron hacia el estanque donde encontraron a Donkey Kong pescando junto a su amigo Diddy Kong.

"¡Donkey Kong! ¡Diddy Kong! ¿Vienen a la fiesta de Luna?", preguntó Mario emocionado. "¿Qué fiesta?", preguntó Donkey Kong confundido mientras sacaba un pez del agua. "La fiesta de cumpleaños de Luna, nuestra querida perrita", explicó Luigi sonriendo.

"¡Claro que sí!", exclamaron los dos amigos saltando de alegría. Finalmente, con todos los invitados reunidos, llegaron al lugar donde se realizaría la fiesta. Cuando Luna vio todo lo que habían preparado para ella, no pudo contener las lágrimas de felicidad y emoción.

Sus amigos le cantaron "Feliz Cumpleaños" mientras ella soplaba las velas y hacía un deseo secreto. Pero en ese momento ocurrió algo inesperado: Bowser apareció repentinamente y robó la torta.

Todos quedaron atónitos ante el descaro del villano, pero Mario sabía qué hacer. "No te preocupes, Luna. Yo me encargo de esto", dijo Mario decidido mientras se ponía su gorra roja característica. Mario corrió detrás de Bowser y comenzó una emocionante persecución por todo el Reino Champiñón.

Saltando sobre bloques y evitando obstáculos peligrosos, logró recuperar la torta justo a tiempo para devolverla a la fiesta antes de que terminara.

Luna estaba muy feliz y agradecida por el gran esfuerzo que sus amigos habían hecho para hacerle pasar un día inolvidable. Se dio cuenta entonces que lo más importante no era el regalo material sino la amistad y el amor que todos le tenían.

"Gracias amigos, no sé qué haría sin ustedes", dijo Luna emocionada mientras abrazaba a cada uno de sus amigos. Y así, terminó la fiesta de cumpleaños más divertida y emocionante que se había celebrado en el Reino Champiñón.

Todos se fueron felices a casa con la sensación de haber vivido una aventura increíble junto a sus seres queridos.

FIN.

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