La piedra brillante



Había una vez un niño llamado Tomás que tenía un hermano mayor llamado Juan. Un día, mientras jugaban en el parque, Juan encontró una extraña piedra brillante y la recogió.

De repente, sintió algo extraño en su cuerpo y comenzó a sentirse muy poderoso. Tomás se acercó a él para preguntarle qué había pasado, pero de repente Juan levantó los brazos y voló por encima del parque.

Tomás estaba asombrado al ver a su hermano flotando en el aire. - ¡Juan, cómo lo hiciste! - exclamó Tomás. - No lo sé - respondió Juan -, de alguna manera siento que puedo hacer cosas increíbles ahora.

Desde ese día, Juan descubrió que tenía habilidades sobrenaturales: podía volar como Superman, mover objetos con la mente como Matilda y correr más rápido que Flash. Pero aunque sus nuevos superpoderes eran emocionantes e impresionantes, también eran peligrosos si no se usaban correctamente.

Un día, mientras caminaban por la ciudad juntos, vieron a unos ladrones robando una tienda. Los ladrones tenían armas y parecían muy peligrosos. Sin pensarlo dos veces, Juan decidió usar sus superpoderes para detenerlos.

- ¡No te preocupes Tomás! - dijo Juan -, voy a detener a esos ladrones usando mis poderes especiales. Juan voló hacia los ladrones y les arrebató las armas con facilidad gracias a su fuerza sobrenatural. Pero uno de los criminales intentó escapar corriendo en dirección opuesta al hermano menor.

- ¡Juan, cuidado! - gritó Tomás. Pero Juan no se dio cuenta del peligro y continuó persiguiendo al ladrón. De repente, el ladrón sacó una pistola y apuntó a Juan.

Tomás no sabía qué hacer, pero decidió usar su ingenio para ayudar a su hermano. Recordando la clase de ciencias que había tenido ese día en la escuela, rápidamente agarró un palo largo y lo usó como una palanca para lanzar una piedra hacia el ladrón.

La piedra golpeó al ladrón en la cabeza y lo dejó inconsciente. Juan quedó impresionado por la astucia de su hermano menor. - ¡Increíble Tomás! - exclamó -, nunca pensé que podrías detener a ese tipo usando solo tu inteligencia.

Desde ese día en adelante, los dos hermanos aprendieron que aunque tener superpoderes era emocionante y útil, también era importante ser inteligentes y astutos para enfrentar situaciones difíciles.

Juntos descubrieron que podían trabajar juntos como un equipo para lograr grandes cosas sin importar las circunstancias adversas. Y así, vivieron felices para siempre con sus habilidades especiales y un vínculo fraternal más fuerte que nunca antes.

FIN.

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