La piedra mágica de Rocky



Había una vez un perro llamado Rocky que vivía en un pequeño pueblo rodeado de hermosos paisajes. Rocky era un perro como cualquier otro, juguetón y curioso, pero siempre soñaba con aventuras emocionantes.

Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, Rocky encontró una extraña piedra brillante. Sin pensarlo dos veces, decidió acercarse y darle un lametazo.

¡Y para su sorpresa, algo mágico ocurrió! De repente, Rocky se volvió inmune a todo: no le afectaban los golpes ni las caídas, e incluso podía comer cualquier cosa sin sentirse mal. Emocionado por sus nuevos poderes, Rocky decidió convertirse en el héroe del pueblo.

Con su inmunidad a los peligros y su valentía innata, comenzó a proteger a todos los habitantes de situaciones difíciles. Ya no había incendio demasiado grande o árbol demasiado alto para él.

La noticia sobre el perro superhéroe se extendió rápidamente por el pueblo y llegó hasta los oídos de la malvada Bruja Malicia. La bruja estaba enfadada porque nadie hablaba de ella como antes y decidió acabar con la fama de Rocky.

La noche siguiente, mientras todos dormían plácidamente en sus hogares, la Bruja Malicia lanzó un hechizo oscuro sobre el bosque donde vivía Rocky. El bosque se llenó de trampas y obstáculos mortales que ningún ser vivo podría atravesar.

Al despertar al día siguiente y ver lo que había ocurrido en su amado bosque, Rocky no pudo evitar sentirse triste y desanimado. Pero en lugar de rendirse, decidió que era hora de enfrentar sus miedos y superar los obstáculos.

Con su determinación en alto, Rocky comenzó a saltar sobre las ramas altas, esquivar las trampas afiladas y nadar rápidamente por el río lleno de corrientes peligrosas. Aunque se lastimaba un poco, recordaba que era inmune a cualquier daño. Finalmente, llegó al corazón del bosque donde se encontraba la Bruja Malicia.

La bruja estaba sorprendida al verlo allí parado frente a ella sin ningún rasguño. "-¿Cómo es posible que hayas sobrevivido a mis hechizos?", preguntó la bruja con incredulidad. "-Porque soy inmune a todo gracias a esta piedra mágica", respondió Rocky con valentía.

La Bruja Malicia se dio cuenta de que no podía derrotarlo solo con magia negra y decidió hacerle una propuesta: si él prometía nunca volver al pueblo y dejarla tranquila, ella retiraría todos los hechizos oscuros del bosque.

Rocky pensó por un momento y luego respondió: "-No puedo abandonar a las personas que necesitan mi ayuda. Pero prometo no hacerte daño si tú tampoco me haces daño". La bruja aceptó la propuesta y cumplió su parte del trato.

Desde ese día en adelante, Rocky continuó siendo el héroe del pueblo pero también aprendió una lección valiosa: aunque tenía poderes extraordinarios, siempre debía usarlos para ayudar a los demás y nunca para hacer daño.

Y así, Rocky se convirtió en un símbolo de valentía y bondad. Inspiró a todos los habitantes del pueblo a enfrentar sus miedos y superar los obstáculos de la vida. Y aunque ya no era inmune a todo, su corazón seguía siendo invencible.

Desde aquel día, el nombre de Rocky fue recordado por generaciones como el perro que nunca dejó de luchar por lo que creía y que enseñó al mundo que todos podemos ser héroes si nos atrevemos a enfrentar nuestros propios desafíos con coraje y determinación.

FIN.

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