La piel de Nico

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y está formada por tres capas: la epidermis, la dermis y la hipodermis.

La epidermis es la capa más externa y su función principal es proteger al organismo de los agentes externos como bacterias, virus, radiación solar y sustancias químicas. Además, también ayuda a regular la temperatura corporal. La dermis es la capa intermedia de la piel y contiene los folículos pilosos, glándulas sudoríparas y sebáceas.

También proporciona elasticidad y resistencia a la piel. Por último, la hipodermis es una capa subcutánea que se encarga principalmente de almacenar grasa para mantener el calor corporal.

El color de nuestra piel está determinado por un pigmento llamado melanina que se produce en las células llamadas melanocitos. Cada persona tiene una cantidad diferente de melanina lo que da lugar a diferentes tonos de piel.

La piel puede sufrir diversas enfermedades como acné, dermatitis, psoriasis o cáncer de piel entre otras. Es importante cuidarla adecuadamente para mantenerla sana y protegida. "¿Sabías que tu piel es como una armadura? ¡Te protege de todo!" - dijo mamá mientras aplicaba protector solar en los brazos del pequeño Nico.

"¿De todo?" - preguntó curioso el niño. "Sí, incluso te protege del sol" - respondió mamá sonriendo. "¡Increíble! ¿Cómo funciona?" - preguntó Nico emocionado. "Bueno, verás...

tienes tres capas en tu piel: una externa llamada epidermis, una intermedia llamada dermis y una subcutánea llamada hipodermis. La epidermis es la capa que te protege de los gérmenes y el sol, mientras que la dermis te da elasticidad y resistencia" - explicó mamá.

"¡Genial! Y ¿por qué mi piel es marrón?" - preguntó Nico mirándose las manos. "Eso se debe a un pigmento llamado melanina que produce tu cuerpo.

Cada persona tiene una cantidad diferente de melanina lo que da lugar a diferentes tonos de piel" - respondió mamá. "Mamá, ¿mi piel puede enfermarse?" - preguntó Nico preocupado. "Sí, pero no te preocupes. Si la cuidas bien no tendrás problemas.

Por ejemplo, lavándote las manos para evitar contagios o aplicando crema hidratante para mantenerla suave" - dijo mamá tranquilizando al niño. Desde ese día, Nico comenzó a valorar más su piel y a cuidarla adecuadamente.

Se aseguraba de lavarse las manos con frecuencia y aplicaba protector solar antes de salir al sol. Sabía que su piel era como una armadura valiosa que debía proteger siempre.