La Pierna Herida de Simón


Simón era un niño muy activo y siempre estaba corriendo de aquí para allá. Lo que más le gustaba hacer era jugar al fútbol con sus amigos en el parque cerca de su casa.

Era muy bueno en el deporte y soñaba con ser un jugador profesional algún día. Un día, mientras jugaban, Simón se lastimó la pierna.

Su mamá Eugenia lo llevó al médico para que lo revisara y le dijo que debía descansar por unos días para recuperarse. Simón se sintió triste porque no podría jugar al fútbol por un tiempo. "Mamá, ¿qué voy a hacer sin poder jugar?" preguntó Simón preocupado.

"Bueno hijo, tal vez puedas usar este tiempo para aprender algo nuevo o desarrollar otra habilidad" respondió su mamá. Simón no estaba seguro de qué podía hacer, pero decidió seguir el consejo de su mamá y buscar algo nuevo que pudiera aprender.

Comenzó a leer libros sobre diferentes temas y descubrió que le gustaba mucho la historia. "Mamá, ¡sabías que los romanos jugaban una versión del fútbol hace miles de años!" exclamó emocionado Simón. "Sí hijo, es interesante ¿no crees?" respondió Eugenia sonriendo.

Simón continuó leyendo sobre la historia del fútbol y aprendiendo cosas nuevas cada día. También comenzó a ver partidos profesionales en la televisión y a estudiar las técnicas de los jugadores famosos.

Después de unas semanas, su pierna sanó completamente y pudo volver a jugar al fútbol con sus amigos. Pero esta vez notaron algo diferente en él: tenía más confianza en sí mismo y había mejorado sus habilidades gracias a todo lo que había aprendido mientras estuvo en reposo.

"¡Wow, Simón! ¡Estás jugando mejor que nunca!" exclamó uno de sus amigos. "Sí, es que aproveché el tiempo para aprender cosas nuevas" respondió Simón con una sonrisa. Desde ese día, Simón supo que no solo debía enfocarse en el fútbol.

Descubrió que siempre hay algo nuevo por aprender y desarrollar. Y así, se convirtió en un niño más curioso y creativo gracias a su lesión.

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