La Pijamada de Halloween y el Misterio del Gato Zenitsu



Era una noche de Halloween, los niños del barrio estaban emocionados. Se prepararon para su primera pijamada en la casa de Arcoiris, quien fue la anfitriona ideal. Todos llegaron con sus pijamas de colores y muchos snacks. De repente, El Brayan sacó su teléfono y dijo:

"¡Chicos, vamos a ver Scream! ¡Es la mejor película de miedo!"

Todos los amigos miraron a su alrededor un poco nerviosos, pero la emoción de estar juntos superaba el miedo.

Mientras la película comenzaba, el ambiente era de pura diversión. Revelde se tapó los ojos en las escenas más tensas. "No puedo mirar, ¡qué miedo!" - dijo.

Dead Coqui bromeó:

"Vamos, Revelde, ¡solo es una película!"

Zenitsu, el adorable gato que pertenecía a Arcoiris, comenzó a pasearse por la sala, a veces saltando de una almohada a otra. Los chicos estaban tan entretenidos que no notaron al gato que, de repente, decidió investigar la bolsa de golosinas.

"¡Zenitsu, no!" - gritó Arcoiris mientras se reía. Pero el gato, muy curioso, continuó metiendo su patita en la bolsa.

En medio de una escena escalofriante, el televisor se apagó abruptamente, sumiendo la habitación en un silencio inquietante.

"¡No puede ser!", exclamó Dead Coqui.

"¿Qué está pasando?", preguntó El Brayan, mirando alrededor con preocupación.

"¡Deben haber usado muchos enchufes!" - sugirió Revelde, arrojando una almohada hacia la mesa, donde había demasiados cables enredados.

Arcoiris, en lugar de asustarse, se levantó con determinación:

"Voy a arreglarlo, no se preocupen."

Con ayuda de sus amigos, fueron a buscar una linterna. Al salir, escucharon un extraño ruido proveniente del patio trasero.

"¿Qué fue eso?", preguntó Zenitsu, asomándose con orejas levantadas.

Decidieron ser valientes y, uno a uno, fueron al patio. Allí, se encontraron con un grupo de gatos jugueteando entre las hojas.

"Parece que Zenitsu tiene amigos!" - rió El Brayan.

"¿Por qué no los dejamos entrar?" - sugirió Revelde.

"¡Sí!", choró Exclamó Zenitsu.

Cuando regresaron a la sala, con los nuevos amigos felinos corriendo por todos lados, el ambiente volvió a animarse.

"No hay nada que temer si estamos juntos," - dijo Arcoiris.

Unidos, comenzaron a reír y jugar con las luces y sombras que proyectaban en la pared. La película quedó en segundo plano, ya que los gatos y sus travesuras se convirtieron en el verdadero espectáculo de la noche.

"¿Vieron que teníamos más que miedo en esta noche?" - dijo Zenitsu, como si hablara.

"¡Sí! ¡Una gran aventura juntos!" - respondió Dead Coqui.

A los pocos minutos, la película volvió a encenderse. Sin embargo, ya no les importaba tanto. Al final del día, habían descubierto que el verdadero espíritu de Halloween era compartir momentos con amigos y reír, más que estar asustados.

"Lo mejor de esta pijamada fue enfrentar nuestros miedos y divertirnos entre todos", concluyó Arcoiris con una sonrisa.

Y así, la primera pijamada se transformó en una memorable noche llena de risas, aventuras y un amistoso grupo de gatos en un barrio donde el miedo se convirtió en diversión.

FIN.

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