La Piscina Estelar
Belén era una niña muy curiosa y aventurera. Siempre le gustaba descubrir cosas nuevas y vivir emocionantes experiencias.
Un día de verano, mientras jugaba en el parque con sus amigos, escuchó a su amiga Sofía hablar sobre la increíble piscina que había visitado durante las vacaciones. - ¡Chicos! ¿Han oído hablar de la piscina del Parque Acuático? - exclamó Belén emocionada. - Sí, es genial.
Tiene toboganes increíbles y una zona de olas gigantes - dijo Sofía con entusiasmo. Belén no podía dejar de pensar en esa piscina tan maravillosa. Decidió que tenía que convencer a sus padres para ir allí antes de que terminaran las vacaciones de verano.
Cuando llegó a casa, corrió hacia su mamá y papá para contarles sobre la piscina del Parque Acuático. - Mamá, papá, por favor podemos ir al Parque Acuático? Todos mis amigos han ido y dicen que es lo mejor del mundo - suplicó Belén.
Sus padres se miraron entre sí y sonrieron ante tanta emoción en los ojos de su hija. - Está bien, Belén. Mañana iremos al Parque Acuático - respondió su papá con una sonrisa en el rostro.
¡Belén estaba feliz! No podía esperar para disfrutar del día siguiente junto a sus padres en la increíble piscina. Durmió esa noche soñando con los toboganes y las olas gigantes.
Al día siguiente, toda la familia se preparó temprano por la mañana y partieron hacia el Parque Acuático. Cuando llegaron, Belén no podía creer lo que veían sus ojos. Había piscinas de todos los tamaños y formas, toboganes altísimos y hasta un río lento para relajarse.
- ¡Vamos a probar todos los toboganes primero! - gritó Belén emocionada. La familia se divirtió durante horas en los toboganes más emocionantes del parque. Pero cuando comenzaron a sentir hambre, decidieron buscar un lugar para almorzar.
Mientras caminaban por el parque buscando un restaurante, escucharon una música muy animada proveniente de una piscina cercana. Se acercaron curiosos y descubrieron que era la "Piscina de las Burbujas". - ¡Qué divertido! Tenemos que probar esto - exclamó Belén saltando de alegría.
Sin pensarlo dos veces, entraron en la piscina llena de burbujas gigantes y se sumergieron en ellas. Fue tan divertido rebotar entre las burbujas que perdieron completamente la noción del tiempo.
Cuando salieron de la Piscina de las Burbujas, notaron que el sol estaba comenzando a ponerse y el parque estaba cerrando lentamente sus puertas. - Oh no... nos quedamos sin tiempo para disfrutar del resto del parque - dijo tristemente Belén.
Pero justo cuando estaban a punto de irse decepcionados, escucharon una voz amable detrás suyo. - ¿Están listos para vivir una última aventura? Se dieron vuelta y vieron a Mario, uno de los trabajadores del parque, con una sonrisa en el rostro.
- ¡Sí! - respondieron Belén y sus padres al unísono. Mario los llevó a una piscina secreta, escondida detrás de unos arbustos. Era una piscina mágica que brillaba en la oscuridad y estaba llena de estrellas fluorescentes. - Esta es la Piscina Estelar.
Solo se abre al final del día para aquellos que buscan una última aventura antes de irse - explicó Mario. Belén y su familia se sumergieron en la Piscina Estelar y nadaron entre las estrellas brillantes.
Fue un momento mágico e inolvidable para todos ellos. Al salir del agua, Belén abrazó a Mario emocionada y le agradeció por hacer que su visita al Parque Acuático fuera aún más especial.
Cuando salieron del parque esa noche, Belén sabía que había vivido uno de los días más increíbles de su vida. Aprendió que no importa cuánto tiempo tengas para disfrutar algo, siempre puedes encontrar nuevas y emocionantes aventuras en cada rincón si mantienes tu mente abierta y tu espíritu curioso.
FIN.