La planta del bosque
Había una vez un grupo de elfos que vivían en un hermoso bosque. Estos elfos eran conocidos por su amor por la naturaleza y su estilo de vida saludable.
Pasaban sus días reagarrando frutas y verduras del bosque, disfrutando del sol y cuidando cada rincón de su hogar. Un día, mientras exploraban el bosque en busca de nuevas plantas para agregar a su dieta, los elfos encontraron una pequeña planta que nunca antes habían visto.
Tenía hojas brillantes y colores vibrantes. Decidieron llevarla a casa y cuidarla con mucho amor. Con el paso del tiempo, la planta creció rápidamente y comenzó a dar frutos deliciosos.
Los elfos no podían creer lo sabrosa que era esa comida saludable. Todos los días se reunían alrededor de la planta para disfrutar juntos de esos alimentos nutritivos.
Pero un día, algo inesperado sucedió: una malvada bruja apareció en el bosque y vio la planta maravillosa que los elfos habían cultivado con tanto cariño. La bruja estaba celosa porque ella siempre había deseado tener ese tipo de poder mágico en sus manos. La bruja decidió robar la planta mágica mientras los elfos dormían por las noches.
De esta manera, podría usarla para sus propios fines egoístas. Cuando los elfos se dieron cuenta de que la planta había desaparecido, quedaron devastados.
No solo habían perdido una fuente importante de alimentos saludables, sino también algo muy valioso para ellos: el amor y el trabajo duro que habían puesto en ella. Determinados a recuperar su planta, los elfos se adentraron en el bosque en busca de la bruja.
Después de un arduo viaje, finalmente la encontraron escondida en una cueva oscura. "¡Devuélvenos nuestra planta mágica!", gritó el líder de los elfos. La bruja rió maliciosamente y respondió: "Nunca les daré lo que tanto anhelan". Pero los elfos no se rindieron.
Trabajaron juntos para idear un plan astuto. Uno de ellos distrajo a la bruja mientras los demás se acercaban sigilosamente a la planta mágica. Con mucho cuidado y amor, lograron recuperarla y escapar antes de que la bruja pudiera detenerlos.
Una vez más, los elfos tenían su preciada planta mágica en sus manos. Regresaron al bosque y celebraron con alegría. Sabían que nunca más permitirían que alguien les robara algo tan importante para ellos.
Desde ese día, los elfos continuaron cultivando alimentos saludables y compartiéndolos con todos en el bosque. Aprendieron que cuando trabajas juntos y amas lo que haces, nada puede detenerte.
Y así, gracias a su perseverancia y amor por la naturaleza, los elfos del bosque vivieron felices para siempre, disfrutando de comidas saludables bajo el cálido sol del día.
FIN.