La Planta Mágica del Brujo


Había una vez un grupo de amigos llamados Tomás, Sofía y Juan que decidieron aventurarse en el bosque para descubrir lugares nuevos. Mientras caminaban, encontraron una usina abandonada y curiosos como eran, decidieron entrar a explorarla.

Dentro de la usina, se encontraron con un anciano brujo que les ofreció probar el fruto de su planta mágica. Sin pensarlo mucho, los tres amigos aceptaron la oferta del brujo.

Cada uno tomó un sorbo del jugo del fruto y sintieron como algo extraño recorría sus cuerpos. De repente, una serpiente apareció en cada uno de ellos y se apoderó de su cuerpo. Tomás estaba asustado al principio, pero luego comenzó a sentirse más sabio.

La serpiente le enseñaba cosas nuevas sobre el mundo que nunca había imaginado antes. Sofía también sentía lo mismo mientras la serpiente se deslizaba por su cuerpo. Aprendió muchas cosas nuevas sobre las plantas y los animales del bosque.

Juan estaba emocionado por todo lo que aprendía gracias a la serpiente que habitaba dentro de él. Descubrió cosas increíbles sobre la historia antigua y cómo las civilizaciones antiguas construyeron grandes monumentos sin utilizar maquinaria moderna.

La noche pasó volando mientras los amigos aprendían todas estas cosas fascinantes gracias a las serpientes que vivían dentro de ellos. Al amanecer, los animales abandonaron sus cuerpos dejándolos llenos de conocimiento nuevo.

Los amigos salieron corriendo hacia casa para contarle todo lo que habían aprendido a sus familias. Cada uno se dio cuenta de que había aprendido cosas diferentes gracias a la serpiente que habitaba en su cuerpo. Desde ese día, Tomás, Sofía y Juan siempre recordaron esa noche mágica en la usina abandonada.

Aprendieron que siempre hay algo nuevo por descubrir y nunca debemos tener miedo de aventurarnos en lo desconocido.

Dirección del Cuentito copiada!