La planta mágica en el bosque



Había una vez en un hermoso pueblo llamado Arbolito, donde vivían muchos animalitos felices y juguetones. Entre ellos se encontraba Pancho, un simpático conejito que siempre estaba lleno de energía y alegría.

Un día, Pancho escuchó a unos pajaritos hablar sobre una planta mágica que crecía en el bosque cercano. Decían que esa planta les daba mucha felicidad y los hacía sentir muy relajados. Pancho, curioso como era, decidió ir a buscarla para probarla.

Al llegar al bosque, encontró la planta con hojas verdes y olorosas. Sin pensarlo dos veces, la probó y sintió una sensación extraña en su cuerpo. Se sentía muy relajado y feliz, pero también un poco mareado.

"¡Wow! ¡Qué sensación tan rara!", exclamó Pancho mientras daba vueltas por el bosque. Pero pronto empezaron a suceder cosas extrañas. Pancho se volvía cada vez más distraído, se le olvidaban las cosas fácilmente y no podía concentrarse en sus juegos favoritos.

Sus amigos notaron el cambio en él y se preocuparon. "Pancho, ¿qué te pasa? Estás muy distinto últimamente", le dijo Lola, la ardilla curiosa.

Pancho trató de explicarles lo bien que se sentía con la planta mágica, pero sus amigos sabían que algo no andaba bien. Decidieron buscar ayuda con Don Cacho, el sabio búho del bosque. Don Cacho escuchó atentamente la historia de Pancho y les explicó a todos los peligros del cannabis.

Les dijo que si bien algunas plantas pueden ser beneficiosas para la salud, otras como esa pueden causar daño a nuestro cuerpo y mente.

"El cannabis puede afectar tu memoria, tu capacidad de aprendizaje e incluso causar problemas de salud más graves si se consume en exceso", advirtió Don Cacho con voz grave. Pancho se dio cuenta entonces de lo equivocado que estuvo al dejarse llevar por la curiosidad sin pensar en las consecuencias.

Se disculpó con sus amigos por preocuparlos y prometió nunca más volver a probar ese tipo de plantas peligrosas. Desde ese día, Pancho siguió siendo el conejito alegre y activo que todos conocían.

Aprendió la importancia de cuidar su cuerpo y su mente evitando sustancias dañinas como el cannabis. Y así, gracias a esta experiencia, Pancho comprendió que es mejor ser valiente para decir —"no"  cuando algo nos hace daño aunque parezca divertido al principio.

Y junto a sus amigos continuaron disfrutando de juegos sanos y aventuras emocionantes en el hermoso pueblo de Arbolito.

FIN.

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