La playa salvadora



Había una vez un grupo de niños de colegio de 5 años llamados Sofía, Lucas, Martina y Benjamín.

Un día soleado, su profesora, la señorita Laura, decidió llevarlos a la playa para disfrutar del mar y jugar en la arena. Cuando llegaron a la playa, se dieron cuenta de que estaba completamente sucia. Había papeles volando por todos lados, latas vacías esparcidas por el suelo y plásticos flotando en el agua.

Los niños se miraron con tristeza e inmediatamente supieron qué debían hacer. - ¡Oh no! ¡La playa está muy sucia! - exclamó Sofía con preocupación. - Tenemos que ayudar a limpiarla - dijo Lucas decidido.

- Sí, vamos a reagarrar toda la basura - agregó Martina emocionada. - Será como una aventura para salvar el mar - afirmó Benjamín con entusiasmo. Los niños comenzaron a reagarrar los papeles y las latas mientras cantaban canciones sobre cuidar el medio ambiente.

La profesora Laura los animaba y les explicaba lo importante que era mantener limpia nuestra naturaleza. Después de un rato, los niños estaban agotados pero felices porque habían hecho un gran trabajo. La playa ya lucía mucho más limpia gracias a ellos.

De repente, mientras descansaban bajo una sombrilla improvisada con palos y sábanas viejas encontradas entre la basura, escucharon un ruido extraño proveniente del agua. Se asomaron curiosos y vieron algo sorprendente: un delfín varado en la orilla.

- ¡Oh no! ¡Tenemos que ayudar al delfín! - exclamó Sofía alarmada. Los niños corrieron hacia el delfín y, con la ayuda de la profesora Laura, lo devolvieron al mar.

El delfín nadó alegremente y les dio un salto en agradecimiento antes de desaparecer entre las olas. - ¡Lo salvamos! - gritaron emocionados los niños. Pero su alegría fue interrumpida por otro descubrimiento preocupante. Enredado en una red abandonada, había un pequeño pez atrapado y asustado.

- ¡Rápido, tenemos que liberarlo! - dijo Lucas decidido. Con mucho cuidado, los niños cortaron la red y dejaron libre al pez. Este nadó rápidamente hacia su hogar mientras los niños aplaudían emocionados.

Después de salvar al delfín y al pez, los niños se sentaron juntos en la arena para descansar y reflexionar sobre lo ocurrido. La profesora Laura les explicó cómo nuestras acciones pueden afectar a los animales y cómo ellos habían hecho una gran diferencia limpiando la playa.

- Chicos, hoy han aprendido algo muy importante: podemos hacer del mundo un lugar mejor si todos colaboramos. Cuidemos nuestro planeta para que siempre podamos disfrutar de playas limpias y animales felices - dijo la señorita Laura con orgullo.

Los niños asintieron con entusiasmo y prometieron seguir cuidando el medio ambiente en cada oportunidad que tuvieran. Ese día, aunque cansados pero felices, regresaron a casa sabiendo que habían sido héroes del mar.

Y así es como Sofía, Lucas, Martina y Benjamín aprendieron la importancia de cuidar el medio ambiente y cómo su pequeño gesto de limpiar la playa tuvo un impacto positivo en la vida de los animales.

Desde entonces, se convirtieron en defensores del planeta y nunca olvidaron que todos podemos marcar la diferencia si trabajamos juntos por un mundo más limpio y saludable.

FIN.

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