La poción del maestro monstruoso



Había una vez en la escuela "Alegría y Amistad", un maestro llamado Don Manuel. Era un maestro muy querido por todos sus alumnos, ya que siempre estaba alegre, contando chistes y animando a sus estudiantes.

Pero tenían un problema: cuando Don Manuel se enojaba, se convertía en un monstruo terrible que asustaba a todos. Un día, los alumnos decidieron hacer algo al respecto.

Se reunieron en secreto en el patio de la escuela para idear un plan para ayudar a su querido maestro. Después de mucho pensar, recordaron una vieja receta mágica que habían encontrado en un libro de hechizos olvidado en la biblioteca de la escuela.

- ¡Ya sé! ¡Podemos hacer una poción mágica para quitarle el hechizo a Don Manuel! - exclamó Pablo, uno de los alumnos más astutos del grupo. Entusiasmados con la idea, los niños comenzaron a buscar los ingredientes necesarios para preparar la poción.

Recogieron polvo de hadas, escamas de dragón y gotas de rocío lunar. Con mucha dedicación y trabajo en equipo lograron preparar la posima mágica.

Al día siguiente, durante la clase de matemáticas, Don Manuel se enfureció al ver que algunos alumnos no habían hecho la tarea. Su rostro empezó a cambiar y sus ojos brillaban con una extraña luz roja. - ¡Están castigados por no hacer la tarea! - gritó el maestro mientras su voz resonaba como un trueno.

Los niños temblaban de miedo pero recordaron rápidamente el plan que habían ideado. Corrieron hacia el escritorio del maestro y le ofrecieron rápidamente la poción mágica.

- ¡Don Manuel, por favor tome esta poción! Le ayudará a sentirse mejor - dijo Valentina con voz temblorosa pero firme. Don Manuel miró sorprendido a sus alumnos y luego observó atentamente el frasco con líquido brillante que le ofrecían. Sin dudarlo ni un segundo, bebió toda la poción de un solo sorbo.

De repente, una luz intensa envolvió al maestro y todos los presentes cerraron los ojos instintivamente. Cuando abrieron nuevamente los ojos vieron ante ellos a Don Manuel pero esta vez con una sonrisa cálida y amable en su rostro.

- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué me rodean todos ustedes? - preguntó Don Manuel confundido pero feliz al mismo tiempo. Los niños explicaron lo ocurrido y cómo habían preparado una poción especial para ayudarlo cuando se convirtiera en monstruo.

Don Manuel les abrazó emocionado y les prometió controlar mejor su temperamento desde ese momento. Desde ese día, Don Manuel siguió siendo el maestro más querido de toda la escuela "Alegría y Amistad".

Los niños aprendieron sobre el poder del trabajo en equipo, la importancia de ayudarse mutuamente y cómo juntos podían superar cualquier desafío que se les presentara.

FIN.

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