La primavera robada


Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas, una bruja llamada Camila. A diferencia de las brujas malvadas que se ven en los cuentos, Camila era buena y amable.

Vivía sola en una cabaña cerca del bosque y pasaba sus días estudiando hechizos benignos y ayudando a las personas del pueblo. Sin embargo, había algo que entristecía a Camila: el invierno parecía durar mucho más tiempo de lo normal.

Las flores no florecían, los árboles permanecían desnudos y la alegría desaparecía poco a poco. La gente estaba triste y cansada del frío.

Un día, mientras caminaba por el bosque con su gato negro Tomás, Camila encontró un libro antiguo escondido entre las ramas de un viejo roble. El libro tenía una portada gastada con letras doradas que decían "La Primavera Perdida". Intrigada, Camila abrió el libro y comenzó a leer.

Descubrió que la primavera había sido robada por un ser malvado llamado Inviernito. Este ser había encerrado la primavera en una cueva oculta en lo profundo del bosque para mantener al pueblo atrapado eternamente en el invierno.

Decidida a traer de vuelta la primavera, Camila se adentró en el bosque junto a Tomás. Siguiendo las indicaciones del libro antiguo, llegaron finalmente a la cueva secreta donde Inviernito guardaba cautiva la primavera. Cuando entraron en la cueva oscura y fría, Camila vio a Inviernito sentado en un trono de hielo.

Era un ser pequeño y frágil, pero con una mirada maliciosa en sus ojos azules. "¿Quién se atreve a entrar en mi cueva?"- dijo Inviernito con una voz temblorosa. "Soy Camila, la bruja buena"- respondió ella valientemente-.

"He venido a liberar la primavera que has robado". Inviernito soltó una risa burlona y dijo: "Nunca te lo permitiré. ¡El invierno es mío para siempre!"Camila no se rindió.

Sabía que debía encontrar alguna manera de convencer a Inviernito de que compartiera el invierno con la primavera. Entonces, tuvo una idea brillante.

"Inviernito, ¿no te gustaría ver cómo las flores florecen y los pájaros cantan? La primavera le dará más belleza al mundo"- le dijo Camila con sinceridad. Inviernito dudó por un momento y luego asintió lentamente. "Está bien, puedes llevarte la primavera. Pero solo si me prometes que volverás aquí cada año para compartir el invierno conmigo".

Camila sonrió y aceptó la propuesta de Inviernito. Sabía que era importante respetar todas las estaciones del año y entender su importancia en el ciclo de la naturaleza. Así fue como Camila logró liberar la primavera del poder de Inviernito.

El pueblo quedó maravillado cuando las flores comenzaron a brotar y los árboles se llenaron de hojas verdes. Desde aquel día, cada vez que llegaba la primavera, Camila visitaba a Inviernito en su cueva y juntos compartían el invierno.

El pueblo vivió felizmente sabiendo que todas las estaciones eran necesarias para mantener el equilibrio en la naturaleza. Y así, gracias a la valentía y la comprensión de Camila, el invierno dejó de ser interminable y volvió a haber alegría en cada rincón del pueblo.

El cuento de "Bruja encuentra la primavera" se convirtió en una leyenda transmitida de generación en generación, recordándonos que debemos respetar y valorar todas las estaciones del año.

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