La primera cita romántica de la muñeca de trapo



Había una vez en el país de las muñecas de trapo, una linda muñeca llamada Rosita. Tenía ojos brillantes, cabello de lana y un vestido de flores.

Un día, Rosita recibió una invitación muy especial de parte del muñeco de madera, Juanito, para ir juntos a pasear por el jardín. Rosita estaba emocionada, nunca antes había tenido una cita romántica, así que se puso su mejor vestido y esperó ansiosa la hora del encuentro.

"¡Hola, Rosita! ¡Estás preciosa!" exclamó Juanito al verla. "¡Gracias, Juanito! Tú también luces muy guapo con ese traje de marinero" respondió Rosita sonrojada. Los dos muñecos comenzaron a pasear por el jardín, admirando las hermosas flores y compartiendo risas.

De repente, una ráfaga de viento hizo que el sombrero de Juanito saliera volando y cayera en un charco de lodo. "¡Oh no, mi sombrero!" exclamó Juanito preocupado. "No te preocupes, Juanito. Yo lo limpiaré" dijo Rosita con determinación.

Rosita corrió hacia el sombrero, lo limpió con su pañuelo y se lo devolvió a Juanito, quien estaba muy agradecido. Después de ese contratiempo, continuaron paseando y compartiendo momentos especiales.

Al atardecer, Juanito tomó la mano de Rosita y le dijo con timidez: "Rosita, ha sido un día maravilloso a tu lado. ¿Quisieras ser mi novia?" Rosita, llena de emoción, asintió feliz. Desde ese día, la muñeca de trapo y el muñeco de madera se convirtieron en la pareja más feliz del país de las muñecas.

Aprendieron que el amor verdadero va más allá de las apariencias y que siempre estarán para ayudarse mutuamente.

FIN.

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