La primera flor entre la nieve

Hubo una vez en un lejano jardín un lugar donde todas las flores esperaban ansiosas la primavera, todas menos una.

En medio del frío invierno, una pequeña y valiente Lycoris radiata decidió florecer, desafiando a la nieve que yacía sobre la tierra. Su color rojo intenso destacaba entre el blanco que la rodeaba, y su personalidad radiaba alegría y vitalidad. Las otras flores, acostumbradas a esperar a la primavera, se sintieron extrañadas por la actitud desafiante de la Lycoris.

-¡Miren a esa flor! ¿Por qué no espera como nosotras? -susurraban entre ellas, preocupadas por lo diferente. Sin embargo, un asombrado jardinero observaba desde lejos, maravillado por la valentía de la Lycoris.

Intrigado por su singularidad, decidió acercarse y cuidarla con esmero. Con el tiempo, la Lycoris se convirtió en un símbolo de aceptación y diversidad en el jardín, enseñando a todos que la belleza se encuentra en la autenticidad.

Juntas, todas las flores descubrieron que la verdadera magia de la primavera está en la variedad y la valentía de ser uno mismo.