La princesa bondadosa
que vivía en un hermoso castillo rodeado de jardines y fuentes. A pesar de ser una princesa, Sofia era muy humilde y siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás.
Un día, mientras paseaba por el campo, Sofia se encontró con un campesino que estaba tratando de arreglar su carreta. El campesino parecía estar en apuros, así que Sofia se acercó a él para ofrecerle su ayuda. "Hola señor, ¿necesita ayuda?", preguntó Sofia con una sonrisa amable.
"Oh, gracias princesa", respondió el campesino sorprendido por la oferta de ayuda de la princesa. "Mi carreta se rompió y no tengo idea de cómo arreglarla".
Sofia examinó la carreta y descubrió que solo necesitaba un pequeño ajuste para volver a funcionar correctamente. Con habilidad y rapidez, la princesa reparó la carreta del campesino. "¡Increíble! ¡Gracias princesa!", exclamó el campesino emocionado mientras le entregaba una canasta llena de frutas como muestra de gratitud.
Sofia aceptó las frutas con gratitud y regresó al castillo feliz por haber ayudado al campesino. Sin embargo, cuando llegó al castillo descubrió algo terrible: un dragón había invadido el reino y estaba causando estragos en todas partes.
La princesa decidió tomar acción inmediatamente e ideó un plan para derrotar al dragón. Consiguiendo algunas herramientas del taller del castillo junto con su ingenio crearon trampas para atrapar al dragón sin herirlo.
Finalmente, después de una larga batalla, Sofia logró capturar al dragón y lo llevó a un lugar seguro donde pudiera vivir sin causar daño a nadie más. Todo el reino se sintió aliviado y agradecido con la princesa por su valentía.
"¡Eres una heroína!", exclamó un campesino mientras abrazaba a Sofia. "No es nada", respondió humildemente Sofia. "Solo hice lo que cualquier persona debería hacer: ayudar a los demás cuando lo necesitan". Desde ese día, Sofia se convirtió en la princesa favorita de todo el reino.
La gente admiraba su valentía y generosidad, y la consideraban un gran ejemplo para todos.
Y así, gracias a su bondad y coraje, Sofia demostró que ser una princesa no solo significa tener riquezas y poder, sino también ser una persona amable y servicial que siempre está dispuesta a ayudar a los demás.
FIN.