La Princesa Celeste y el Secreto de la Amistad

Había una vez en un reino muy lejano, una Princesa hermosa llamada Celeste. Vivía en un castillo encantado junto a su fiel amigo, un Conejo chismoso llamado Copito.

Todo era paz y alegría en el reino hasta que llegó la malvada Bruja Morgana y lanzó un hechizo sobre el castillo, convirtiéndolo enbrujado. La bruja Morgana quería apoderarse del reino y para lograrlo debilitó a la princesa Celeste con su magia oscura.

La pobre princesa se sentía triste y desanimada, sin poder encontrar una solución a tanta maldad. Pero Copito, siempre curioso y atento a todo lo que ocurría a su alrededor, decidió investigar.

Una noche oscura, mientras todos dormían, Copito se deslizó sigilosamente por los pasillos del castillo en busca de respuestas. Fue entonces cuando escuchó una risita malvada que provenía de la torre más alta. Subió las escaleras corriendo y se encontró con la bruja Morgana preparando otro hechizo.

- ¡Bruja mala! ¿Por qué haces esto? -exclamó valientemente Copito. La bruja Morgana se sorprendió al ver al pequeño conejo desafiándola y decidió contarle su historia.

Descubrió que la bruja había sido abandonada siendo niña y por eso sembraba el mal en su corazón. Copito comprendió que la clave para romper el hechizo no estaba en enfrentarla con más maldad, sino en mostrarle amor y compasión. Así que decidió tenderle una pata amiga a la bruja Morgana.

Día tras día, Copito visitaba a la bruja Morgana llevándole alimentos e invitándola a conversar. Poco a poco, el corazón de la bruja se fue ablandando ante tanta bondad por parte del pequeño conejo chismoso.

Finalmente, la bruja Morgana decidió arrepentirse de todo el daño causado y deshizo el hechizo que tenía embrujado al castillo. La princesa Celeste recuperó su alegría y juntos celebraron con una gran fiesta donde todos los habitantes del reino compartieron risas y buenos momentos.

Desde ese día, el reino prosperó bajo el reinado de la Princesa Celeste y la amistad inquebrantable entre ella y Copito enseñaba a todos que incluso los corazones más oscuros pueden ser iluminados por el amor y la compasión.

Y colorín colorado este cuento ha terminado con un final feliz lleno de enseñanzas para recordar.