La princesa de los deseos



y sus dos hermanastras. La madrastra, llamada Doña Malaonda, era una mujer cruel y envidiosa que siempre buscaba la manera de hacerle la vida imposible a la pobre princesa.

Un día, mientras la princesa se encontraba en el jardín del castillo, un hada madrina apareció frente a ella. El hada, con su varita mágica en mano, le dijo:- Querida princesa, sé lo difícil que es tu vida aquí en el castillo. Pero quiero ayudarte.

Con mi magia, te daré tres deseos para que puedas cambiar tu destino. La princesa no podía creerlo. Estaba emocionada y agradecida por esta oportunidad de cambiar su vida.

Entonces, hizo su primer deseo:- Deseo tener un vestido tan hermoso como el cielo estrellado. El hada movió su varita y al instante la princesa se vistió con un vestido brillante lleno de estrellas plateadas que resplandecían con cada paso que daba.

Llena de alegría por su nuevo atuendo mágico, la princesa decidió ir al gran baile real que se celebraría esa noche en el castillo vecino. Al llegar allí, todos quedaron maravillados con su belleza y elegancia.

Mientras bailaba entre las luces parpadeantes del salón principal del castillo vecino, un joven apuesto se acercó a ella y le dijo:- Princesa del cielo estrellado, me has cautivado con tu gracia y encanto.

¿Me concederías este baile? La princesa asintió sonriente y ambos bailaron toda la noche, olvidando por un momento sus preocupaciones y problemas. El segundo deseo de la princesa fue:- Deseo tener una voz tan dulce como el canto de los pájaros.

Nuevamente, el hada movió su varita mágica y al instante la princesa comenzó a cantar con una voz hermosa y melodiosa. Todos en el reino quedaron maravillados al escucharla cantar y su fama se extendió rápidamente por todo el país. La princesa decidió aprovechar esta oportunidad para ayudar a los demás.

Cantaba en hospitales, orfanatos y hogares de ancianos, llevando alegría a quienes más lo necesitaban. Pero Doña Malaonda no soportaba ver cómo la princesa brillaba cada vez más.

Llena de envidia, ideó un plan malicioso para arruinar todo lo que había logrado la joven. Un día, mientras la princesa estaba cantando en un concierto benéfico, Doña Malaonda se acercó sigilosamente al escenario y cortó las cuerdas del micrófono. La música cesó abruptamente y todos quedaron desconcertados.

La princesa se sintió devastada pero no dejó que eso le impidiera seguir adelante. Hizo su tercer deseo:- Deseo tener fuerza suficiente para enfrentar cualquier obstáculo que se me presente.

Una vez más, el hada movió su varita mágica y al instante la princesa sintió una energía renovada recorrer todo su cuerpo. Se levantó con determinación e hizo frente a Doña Malaonda. - Ya no permitiré que me lastimes ni arruines mi felicidad.

Me he dado cuenta de que mi verdadera fuerza está en el amor y la bondad que tengo dentro de mí. Doña Malaonda quedó atónita ante la valentía de la princesa y se retiró avergonzada.

A partir de ese día, la princesa vivió una vida llena de amor, felicidad y éxito. Ayudaba a los demás con su voz mágica y su fuerza interior era un ejemplo para todos en el reino.

Y así, gracias a sus deseos y su determinación, la joven princesa logró superar todas las adversidades y convertirse en una verdadera heroína.

FIN.

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