La Princesa del Bosque
Un día, Julia se despertó con muchas ganas de jugar y decidió que quería ser una princesa. Se puso su vestido rosa más bonito y salió a caminar por el bosque.
Mientras caminaba, encontró un conejito muy simpático que le dijo: "Hola, princesa Julia. ¿Quieres jugar conmigo?"Julia estaba encantada de tener un amigo nuevo y aceptó la invitación del conejito. Jugaron juntos durante horas, corriendo por el bosque y saltando sobre las piedras.
De repente, apareció una ardilla traviesa que les propuso jugar al escondite. Julia aceptó emocionada y comenzaron a buscarla por los árboles. Sin embargo, cuando estaban jugando al escondite, escucharon un ruido extraño en el bosque.
Era un lobo grande y animal que estaba mirándolos fijamente.
Julia se asustó mucho al ver al lobo pero recordó una enseñanza importante que le habían dado sus padres: "Si te encuentras con un animal salvaje en el bosque, no debes correr ni gritar porque podrías asustarlo". Entonces, Julia se acercó lentamente al lobo y le preguntó amablemente: "¿Quieres jugar con nosotros?". El lobo quedó sorprendido por la valentía de la pequeña princesa y decidió aceptar la invitación.
Así fue como los cuatro amigos pasaron una tarde maravillosa jugando juntos en el bosque.
Al final del día, Julia regresó a casa muy feliz de haber aprendido algo nuevo: siempre hay que tratar a los demás con amabilidad y respeto, incluso si son diferentes a nosotros. Y así, Julia se durmió con una sonrisa en su rostro, soñando con todas las aventuras que tendría como princesa del bosque.
FIN.