La Princesa, el Príncipe y el Dragón



Había una vez, en un reino lejano, un joven príncipe llamado Mateo y una hermosa princesa llamada Olivia. Ambos vivían en un castillo cercano a un gran bosque donde se rumoreaba que habitaba un temible dragón.

Un día, mientras paseaban por el bosque, escucharon unos fuertes rugidos provenientes de la montaña más cercana. Al acercarse para averiguar qué sucedía, descubrieron al mítico dragón Rojo Furioso atrapado entre las rocas.

La princesa Olivia se preocupó mucho por el bienestar del magnífico animal y decidió ayudarlo. "No podemos dejarlo aquí", dijo ella con determinación. "Vamos a liberarlo". El príncipe Mateo estaba asustado pero también sintió compasión por la criatura solitaria y aceptó ayudar a la princesa.

Juntos trabajaron arduamente para liberar al dragón de su encierro. Finalmente lo lograron y el dragón Rojo Furioso les estuvo muy agradecido. "Muchas gracias por salvarme", dijo el dragón. "Ahora tengo una deuda con ustedes".

Los dos jóvenes no podían creer que hablaban con un dragón que acababan de rescatar. Pero decidieron pedirle ayuda para proteger su reino del malvado Conde Malvado que quería apoderarse del castillo. "¿Podrías ayudarnos a defender nuestro hogar?", preguntó la princesa Olivia.

El Dragón Rojo Furioso accedió gustoso y juntos planearon una estrategia para derrotar al Conde Malvado.

El dragón utilizó su fuego para quemar las armas y el castillo del Conde Malvado, mientras que los jóvenes príncipes dirigieron a sus tropas para atacar. Finalmente, lograron expulsar al Conde Malvado de su reino y la paz volvió a reinar en el castillo. Los habitantes del reino estaban muy agradecidos con los valientes jóvenes y el dragón que los ayudaron.

Desde ese día, el Dragón Rojo Furioso se convirtió en un amigo cercano de los príncipes Mateo y Olivia. Cada vez que necesitaban ayuda, sabían que podían contar con él.

La princesa aprendió una lección importante: nunca juzgar a alguien por su apariencia o rumores. A veces, aquellos que parecen ser temibles pueden tener un corazón noble y amable. Y así vivieron felices para siempre, protegidos por su valentía y la amistad del poderoso dragón.

FIN.

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