La Princesa Emilia y el Bosque Encantado
Había una vez en el Paraíso, una hermosa princesa llamada Emilia. Vivía con sus padres, la reina Andrea y el rey Marian, en un castillo rodeado de árboles frutales y flores multicolores.
Emilia era muy curiosa y siempre quería explorar nuevos lugares. Un día, mientras paseaba por los jardines del castillo, encontró un camino que nunca había visto antes. Decidió seguirlo para descubrir a dónde llevaba.
Después de caminar durante un rato, Emilia llegó a un prado lleno de mariposas y pájaros cantando. Allí conoció a una hada llamada Luna que le contó sobre el bosque encantado al otro lado del río.
Emilia estaba emocionada por conocer el bosque encantado y decidió cruzar el río con la ayuda de Luna. Al llegar al otro lado del río, se encontraron con un grupo de duendes jugando al escondite. Uno de los duendes les preguntó si querían jugar también y Emilia aceptó encantada.
Mientras jugaban al escondite, Emilia descubrió varios tesoros escondidos en el bosque como joyas brillantes y monedas doradas. De repente, se escucharon unos gritos cerca del lago cercano.
Era un cisne atrapado entre las ramas de un árbol caído que no podía escapar. Emilia corrió hacia allí para ayudarlo. Con su ingenio e imaginación consiguió liberar al cisne utilizando algunas ramas como escalera para sacarlo del agua.
El cisne estaba tan agradecido que le regaló una de sus plumas más hermosas. Emilia regresó al castillo con la pluma del cisne y todos quedaron encantados con su historia. La reina Andrea y el rey Marian estaban muy orgullosos de su hija por ser tan valiente y amable.
Desde ese día, Emilia se convirtió en la heroína del Paraíso. Siempre buscando nuevas aventuras para ayudar a los demás y descubrir nuevos tesoros escondidos en el bosque encantado.
FIN.