La Princesa Emma y Bautista, los Superhéroes del Lago

Había una vez en un reino muy lejano, una pequeña princesa llamada Emma. Emma era muy dulce y amable, pero también era muy traviesa. Vivía en un hermoso castillo junto a su familia, el rey y la reina.

Un día, mientras jugaba en los jardines del castillo, Emma se encontró con su primo Bautista vestido como un súper héroe. Él había venido a visitarla para jugar juntos. - ¡Hola prima! -dijo Bautista emocionado-.

Soy el súper héroe Bati-Man y he venido para salvar el día. Emma estaba fascinada por la forma en que su primo hablaba y se movía como un verdadero súper héroe.

Ella quería ser como él y le preguntó:- ¿Puedo ser tu ayudante? Bautista asintió con la cabeza y juntos comenzaron a explorar el castillo. Fueron al gran salón donde los caballeros entrenaban con sus espadas de madera y aprendieron algunas técnicas de esgrima.

Más tarde, fueron al establo donde conocieron a los caballos del rey. Emma estaba encantada con ellos y acarició sus crines mientras Bautista les daba nombres de superhéroes. Sin embargo, cuando llegaron al lago del castillo, descubrieron que algo extraño estaba sucediendo allí.

El agua parecía estar desapareciendo poco a poco. - ¡Tenemos que hacer algo! -exclamó Bautista-. Esto parece trabajo para Bati-Man y Princesa Emma. Juntos investigaron lo que estaba pasando hasta encontrar una pequeña grieta en el fondo del lago.

El agua se estaba filtrando por allí y llevándose todo con ella. - ¡Vamos a necesitar ayuda! -dijo Emma. Bautista pensó rápidamente y llamó a los caballeros para que vinieran a ayudarlos.

Juntos, trabajaron duro para tapar la grieta y salvar el lago del castillo. Cuando terminaron, los dos niños estaban agotados pero felices de haber salvado el día.

Bautista le dio un abrazo a su prima y dijo:- ¡Eres la mejor ayudante que Bati-Man podría tener! Emma sonrió feliz mientras se alejaban juntos hacia el castillo. Sabía que había aprendido mucho sobre trabajo en equipo y amistad gracias a su aventura con Bautista.

Desde ese día, cada vez que jugaban juntos, Emma era la Princesa Ayudante de Bati-Man y juntos seguían protegiendo al reino de cualquier peligro que pudiera presentarse.