La Princesa, la Mariposa y el Castillo de los Animalitos

Había una vez en un reino lejano, una hermosa princesa llamada Sofía. Sofía vivía en un castillo de ensueño rodeado de campos verdes y coloridos jardines donde habitaban multitud de animalitos. La princesa adoraba pasar sus días paseando por los jardines y cuidando a los animales que allí vivían.

Un día, mientras paseaba por el jardín, vio a una mariposa con las alas rotas. La mariposa se acercó a la princesa, quien la levantó con ternura y decidió cuidarla en su habitación.

-'No te preocupes, pequeña mariposa, cuidaré de ti hasta que tus alas estén listas para volar de nuevo', dijo la princesa Sofía con cariño.

La princesa cuidó de la mariposa día y noche, alimentándola y protegiéndola hasta que, finalmente, las alas de la mariposa sanaron y pudo volar de nuevo. La mariposa revoloteó alrededor de la habitación de la princesa, llena de alegría, agradecida por la bondad de Sofía.

Un día, la mariposa llevó a la princesa a un rincón secreto del jardín donde descubrieron un mundo mágico habitado por animalitos de todas las formas y colores. Allí, la princesa conoció a Conejito, el amigable conejito; a Osito, el oso cariñoso; y a Pajarito, el pájaro cantor. Juntos, formaron un grupo llamado 'Los Guardianes del Jardín', cuya misión era proteger y cuidar a todos los animalitos del reino.

Pronto, el rey del reino reconoció la valentía y bondad de la princesa Sofía, y la nombró la protectora oficial de los animalitos del castillo. La princesa estaba emocionada y se dedicó con amor a su nueva responsabilidad.

Desde entonces, la princesa Sofía y sus amigos animalitos trabajaron juntos para asegurarse de que todos los seres vivos del reino estuvieran protegidos y cuidados. El castillo se convirtió en un refugio seguro para todos los animales, y la princesa vivió feliz sabiendo que estaba haciendo del mundo un lugar mejor para todos.

Y colorín colorado, este cuento de amistad y bondad ha terminado.