La Princesa Luna y el Brujo Bondadoso
Había una vez, en un mágico bosque encantado, una Princesa ogro fantasma llamada Luna.
Luna era diferente a las demás princesas, ya que tenía la habilidad de transformarse en un espeluznante ogro cuando quería asustar a los intrusos del bosque, pero también podía desaparecer como un fantasma para proteger a los animales y las plantas. Un día, mientras paseaba por el bosque, Luna escuchó unos llantos provenientes de un árbol.
Se acercó con curiosidad y descubrió a un pequeño duende atrapado enredado entre las ramas. Sin dudarlo, Luna se transformó en su forma de ogro y con fuerza logró liberar al duende. "¡Gracias, Princesa Luna! ¡Eres realmente valiente y bondadosa!", exclamó el duende con gratitud.
Luna sonrió y le dijo al duende que no había problema, que siempre estaba dispuesta a ayudar a quienes lo necesitaran en el bosque.
El duende le contó entonces sobre un malvado brujo que estaba causando problemas en la aldea cercana al bosque, robando la comida y asustando a los habitantes. Decidida a hacer justicia, Luna prometió al duende que encontraría al brujo y lo detendría.
Con su astucia de ogro y su habilidad de fantasma, se adentró en lo más profundo del bosque hasta dar con la guarida del brujo. Pero para su sorpresa, cuando llegó allí encontró al brujo llorando desconsoladamente.
"¿Qué te pasa? ¿Por qué haces estas cosas terribles?", preguntó Luna con compasión. El brujo le contó que él también había sido rechazado por ser diferente a los demás magos y que solo quería sentirse poderoso para no ser lastimado nunca más.
Luna comprendió entonces que todos merecían una segunda oportunidad y decidió ayudarlo a cambiar su actitud. Juntos trabajaron para reparar el daño causado en la aldea y el brujo aprendió sobre amistad y bondad gracias a la nobleza de Luna.
Con el tiempo, se convirtieron en grandes amigos y el bosque volvió a estar lleno de paz y armonía. Desde ese día en adelante, Luna continuó protegiendo el bosque junto al antiguo brujo convertido ahora en un mago bueno gracias a su influencia positiva.
Y cada vez que alguien necesitaba ayuda o consuelo en el bosque encantado, sabían que podían contar con la valentía y generosidad de la Princesa ogro fantasma llamada Luna.
FIN.