La Princesa Máxima y la búsqueda del gato perdido
Había una vez una Princesa llamada Máxima que vivía en un castillo rodeado de jardines y animales. Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un Perro llamado Chase que estaba perdido.
- ¿Estás perdido, amiguito? -preguntó la Princesa. - Sí, no sé cómo volver a casa -respondió Chase tristemente. La Princesa decidió ayudar al Perro a encontrar su hogar y juntos comenzaron a caminar.
En el camino se encontraron con Mamá Cintia, quien estaba buscando a su hijo Monstruo. - He estado buscando a mi pequeño Monstruo por todas partes -dijo Mamá Cintia preocupada-. ¿No lo has visto? - No lo hemos visto aún -respondió la Princesa-. Pero te ayudaremos a buscarlo.
Chase también se sumó a la búsqueda y pronto encontraron al pequeño Monstruo escondido detrás de unos arbustos. Estaba asustado y sollozando. - Tranquilo, pequeño Monstruo. Ya estás seguro ahora -dijo la Princesa mientras lo abrazaba cariñosamente.
De repente, escucharon un maullido proveniente de un árbol cercano. Era un Gatito lindo atrapado en una rama alta.
La Princesa sabía que tenía que hacer algo para salvar al gatito y rápidamente pidió ayuda a los demás para construir una escalera improvisada para rescatarlo. Finalmente lograron sacar al Gatito lindo del árbol sano y salvo. Para celebrar el rescate exitoso decidieron compartir una bolsa de Papas fritas que la Princesa había traído consigo.
- ¡Qué aventura emocionante! -exclamó Mamá Cintia-. Nunca olvidaré este día. - Sí, fue realmente emocionante -dijo la Princesa-. Pero lo más importante es que todos trabajamos juntos y nos ayudamos mutuamente. Eso es lo que hace a un verdadero equipo.
Desde ese día en adelante, Chase se convirtió en el fiel compañero de la Princesa Máxima, Monstruo aprendió a no asustarse tanto cuando se perdía y Mamá Cintia siempre recordó la importancia de trabajar juntos para lograr algo grande.
Y el Gatito lindo encontró un nuevo hogar en el castillo con su nueva familia.
FIN.