La Princesa Médica



Lara era una princesa que vivía en un hermoso castillo rodeado de jardines y flores. Pero Lara no era como otras princesas, ella tenía un gran sueño: ser médica.

Desde pequeña, Lara había sentido una gran curiosidad por el cuerpo humano y cómo funcionaba. Le gustaba aprender sobre las diferentes enfermedades y cómo podían ser tratadas.

A pesar de que su padre, el rey del reino, quería que se dedicara a ser princesa y encontrar un príncipe para casarse, Lara sabía que su verdadera pasión estaba en la medicina. Un día, mientras caminaba por los jardines del castillo, Lara encontró a un pobre campesino que estaba enfermo.

Ella se acercó para ayudarlo y le preguntó qué le pasaba. El hombre le explicó que tenía fiebre alta y dolor de cabeza desde hacía días. Lara recordó todo lo que había aprendido sobre la fiebre y decidió ayudar al campesino.

Le dio agua fresca para beber y preparó unas hierbas medicinales para bajarle la fiebre. Después de unos minutos, el campesino comenzó a sentirse mejor. "-Gracias princesa Lara -dijo él con gratitud-. Usted me salvó la vida".

Lara sonrió felizmente al ver que sus conocimientos habían sido útiles para ayudar a alguien más. Desde ese momento supo aún más fuertemente lo importante e interesante de la medicina.

Pero cuando regresó al castillo esa noche, su padre no estaba contento con lo ocurrido:"-¿Qué estabas haciendo hablando con ese hombre? -preguntó él enojado-. Eres una princesa, no una médica. Tu deber es ser bella y casarte con un príncipe para asegurar el futuro del reino".

Lara se sintió triste al escuchar a su padre hablar así. Sabía que él nunca entendería su pasión por la medicina. Pero Lara decidió no rendirse. A pesar de las objeciones de su padre, siguió estudiando todo lo relacionado con la medicina en secreto.

Leía libros sobre anatomía humana y asistía a conferencias médicas incognito.

Un día, mientras estaba caminando por el bosque cerca del castillo, Lara encontró a un viejo sabio que estaba buscando plantas medicinales para curar a los enfermos de un pueblo cercano. "-Hola señor -dijo Lara amablemente-. ¿Necesita ayuda?"El sabio se sorprendió al ver a la princesa ofreciéndose a ayudarlo:"-¿Qué hace una princesa como usted por aquí?" -preguntó él con curiosidad-.

"-Estoy haciendo lo que me apasiona -respondió ella sonriendo-. Me encanta ayudar a la gente enferma y aprender más sobre la medicina". El sabio quedó impresionado por el conocimiento y dedicación de Lara hacia la medicina.

Decidió enseñarle todo lo que sabía sobre plantas medicinales y cómo usarlas para curar enfermedades. Con el tiempo, Lara se convirtió en una experta en medicina natural gracias al sabio.

Pero cuando regresaba al castillo esa noche después de sus clases secretas, fue capturada por los guardias del rey:"-¿Dónde has estado? -preguntó su padre furioso-. ¿Qué estás haciendo?""-Estoy aprendiendo medicina para ayudar a la gente -respondió Lara valientemente-.

El rey se sorprendió al ver la dedicación de su hija hacia algo que no tenía nada que ver con ser princesa. Decidió escucharla y permitirle seguir estudiando medicina, aunque en secreto. Con el tiempo, Lara se convirtió en una gran médica y salvó muchas vidas gracias a sus conocimientos.

A pesar de las objeciones de su padre, ella siguió su pasión y logró hacer lo que realmente amaba: ayudar a los demás.

Y así, la princesa Lara demostró al mundo que no importa quién eres o de dónde vienes, puedes perseguir tus sueños si tienes el coraje y la determinación suficientes.

FIN.

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