La Princesa Olvidadisa
Había una vez, en un reino lejano, una princesa llamada Lucía. Lucía era conocida por su belleza y su corazón amable, pero había un pequeño problema: ¡era muy olvidadiza! Desde que era niña, solía olvidar dónde dejaba sus cosas, los nombres de sus amigos e incluso los días especiales.
Un día, mientras exploraba el bosque encantado detrás del castillo, Lucía encontró una pequeña caja brillante. "¿Qué será esto?" - se preguntó mientras la levantaba. Al abrirla, dentro encontró un pequeño dragón de juguete. "¡Oh! ¡Qué lindo!" - exclamó. Pero en su emoción, olvidó cerrar la caja y dejó al dragón en el suelo.
Cuando regresó al castillo, su mamá, la Reina Margarita, la estaba esperando. "Lucía, hoy es el día del festival de las flores, ¿recuerdas?"
"¡Ay, no!" - respondió Lucía, llevándose la mano a la frente. "Olvidé que era hoy. Tendría que haberme preparado más temprano."
A pesar de su olvido, Lucía asistió al festival. Allí, conoció a un grupo de niños que se divertían creando coronas de flores. "¡Hola!" - dijo Lucía, sonriendo. "¿Puedo unirme?"
"¡Claro!" - respondieron los niños. Mientras jugaban, sin embargo, Lucía comenzó a olvidar los pasos para hacer la corona. "¿Era así o asá?" - se preguntó en voz alta.
Al ver su confusión, uno de los niños, Tomás, sonrió y le dijo: "No te preocupes, Lucía. Te enseñamos de nuevo. Lo importante es disfrutar. Pero no olvides que necesitamos un poquito de imaginación."
Lucía se sintió aliviada. Juntos, comenzaron a crear la corona más bonita del festival. Sin embargo, cuando llegó el momento de coronar a la reina de las flores, Lucía se dio cuenta de que había olvidado cuál era la flor especial que había elegido. "¡Oh, no!" - gritó angustiada. "¿Qué voy a hacer?"
Los niños, que la apoyaban, le dijeron: "Tranquila, Lu. A veces se nos olvida algo, pero lo más importante es que estamos acá juntos. ¿Qué tal si hacemos la corona con las flores más coloridas y brillantes?"
Lucía se sintió inspirada por su amabilidad. "¡Sí!" - dijo, entusiasmada, mezclando todas las flores que encontró.
El festival resultó ser un gran éxito, y cuando coronaron a la reina de las flores, Lucía se sintió orgullosa de su creación, aún cuando había olvidado la flor especial. Sin embargo, no era sólo un triunfo personal; también había aprendido algo importante: los errores y los olvidos pueden transformarse en algo aún mejor si uno tiene buenos amigos a su alrededor.
Entonces, al final del día, Lucía decidió hacer un esfuerzo mayor para recordar las cosas importantes. Desde ese festival, siempre llevaba consigo un pequeño cuaderno para anotar las fechas y los eventos importantes. Cuando olvidaba algo, leía su cuaderno y se reía de sus propios olvidos. El cuaderno se convirtió en su mejor amigo, y poco a poco, sus olvidos fueron disminuyendo.
Un día, mientras leía su cuaderno, se dio cuenta de que había anotado el próximo festival de flores, del cual también sería la reina. En lugar de preocuparse, sonrió y se sacó una foto con sus amigos, sabiendo que, aunque a veces olvidara, siempre contaría con su amor y apoyo. "Gracias por ayudarme a recordar lo que importa de verdad!" - les dijo. "¡Amistad, amor y diversión son los mejores recordatorios!"
Y así, la princesa olvidadisa se convirtió en una reina sabia, que aprendió a disfrutar de cada momento con las personas que más quería, sin importar si olvidaba algunas cosas por el camino. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.