La princesa que comía frutas hermana




Había una vez en un reino lejano, una princesa llamada Camila, a quien le encantaba comer frutas frescas todos los días. Vivía en un castillo majestuoso junto a su hermana menor, la princesa Ariana. Ariana, a diferencia de su hermana, no comía frutas, prefiriendo los dulces y las golosinas. Un día, la princesa Camila decidió que quería ayudar a su hermana a comprender la importancia de una alimentación saludable. Llamó a su hada madrina, quien le otorgó un don especial: todo lo que la princesa Camila comiera se convertiría en frutas y verduras.

Emocionada con su nuevo don, la princesa Camila organizó un picnic en el jardín del castillo. Invitó a todos los habitantes del reino, incluyendo a su hermana Ariana, a degustar las deliciosas frutas que había preparado. Al principio, la princesa Ariana se mostró reacia, pero cuando probó las frutas convertidas por el don de su hermana, quedó sorprendida por lo deliciosas que eran. Poco a poco, comenzó a disfrutar de las manzanas, las uvas, y las fresas, y se sintió llena de energía y vitalidad.

Con el tiempo, la princesa Ariana se volvió una gran fanática de las frutas y verduras, y dejó de lado los dulces y las golosinas. La relación entre las hermanas se fortaleció, y juntas compartieron la importancia de una alimentación balanceada con todos en el reino. La princesa Camila se dio cuenta de que había logrado enseñarle a su hermana una lección valiosa, y que juntas podían inspirar a los demás a llevar vidas más saludables y felices.

FIN.

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