La Princesa que no quería ser Reina
Había una vez en un reino muy lejano, una hermosa princesa llamada Isabella. Desde pequeña, todos esperaban que Isabella se convirtiera en reina de Alemania cuando fuera mayor. Sin embargo, la princesa tenía otros planes en mente.
"No quiero ser reina, quiero explorar el mundo y vivir grandes aventuras", le decía Isabella a su madre, la Reina Adelina. La reina, preocupada por el deseo de su hija, decidió hacer algo al respecto.
Organizó una reunión con todos los sabios del reino para buscar una solución. Después de largas deliberaciones, se llegó a una conclusión. La reina anunció que Isabella tendría la oportunidad de explorar el mundo antes de tomar una decisión sobre su futuro.
Emocionada, la princesa se preparó para su gran aventura. Viajó a tierras lejanas, conoció culturas diferentes y vivió experiencias inolvidables. Durante su viaje, Isabella se dio cuenta de la importancia de la responsabilidad y el valor de su linaje.
Finalmente, regresó al reino con una nueva perspectiva. Anunció a su madre y al pueblo que estaba lista para convertirse en la futura reina de Alemania, pero con la condición de seguir explorando el mundo y ayudando a quienes más lo necesitaban.
La decisión de Isabella inspiró a todos en el reino, demostrando que ser una buena reina significa más que solo llevar una corona. La princesa se convirtió en una líder amada por su pueblo, combinando el deber con su deseo de aventura.
FIN.