La Princesa Roma y la Bruja de los Regalos


Había una vez en el hermoso reino de Alteza, una princesa llamada Roma. Era una joven muy amable y bondadosa que siempre ayudaba a los demás sin importar lo que tuviera que hacer.

Su cumpleaños estaba cerca y ella quería celebrarlo con todas sus amigas del reino. Roma se levantó temprano ese día especial para prepararse para su fiesta de cumpleaños. Se puso su vestido más hermoso y se arregló el cabello con un peinado elegante.

Luego, salió al jardín del castillo donde la estaban esperando todas sus amigas. "¡Feliz cumpleaños, Roma!"- gritaron todas las chicas al verla llegar. Roma abrió los brazos y les dio un fuerte abrazo a cada una de ellas.

"Gracias por venir a mi fiesta de cumpleaños"- dijo Roma emocionada. "Estoy muy feliz de tenerlas aquí. "Las chicas comenzaron a jugar juegos divertidos como la rayuela y saltar la cuerda.

También había música en vivo tocando canciones alegres que todos bailaban juntos. Todo parecía estar perfecto hasta que llegó la malvada bruja del bosque cercano llamada Malena. Ella siempre estaba causando problemas en el reino y le tenía envidia a la felicidad de Roma.

Malena se acercó a las chicas mientras jugaban e hizo un hechizo para hacerlos dormir profundamente. Cuando despertaron, descubrieron que habían sido robados todos sus regalos de cumpleaños.

Roma no podía creer lo que había sucedido y estaba triste por el hecho de que sus amigas habían sido lastimadas en su día especial. Pero ella no se rindió y decidió encontrar una solución para recuperar los regalos robados.

Roma convocó a su amigo, el mago del reino, para ayudarla a encontrar al ladrón y recuperar los regalos robados. Juntos, comenzaron la búsqueda y finalmente encontraron a Malena escondida en su cueva en el bosque. "¡Devuélvanos nuestros regalos!"- gritó Roma con valentía.

Malena trató de escapar pero fue atrapada por las fuerzas del reino. Finalmente, todos los regalos fueron devueltos a sus propietarios originales y Roma pudo disfrutar de un cumpleaños feliz con todas sus amigas.

Después de ese día, Roma aprendió la importancia de ser valiente y nunca rendirse ante cualquier obstáculo que se presente. También aprendió que siempre hay amigos dispuestos a ayudarte cuando lo necesitas.

Y así, la princesa Roma vivió feliz para siempre rodeada del amor y cariño de sus amigos en el reino Alteza.

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