La Princesa Tina y la lección del dragón



Había una vez en un reino no muy lejano, una princesa llamada Tina. Tina era conocida por ser valiente y astuta, pero también bondadosa y generosa.

Un día, el rey del reino convocó a todos los caballeros para pedirles ayuda en la recuperación de un tesoro que había sido capturado por un dragón malvado. Los caballeros se presentaron ante el rey con sus armaduras brillantes y espadas afiladas, pero ninguno estaba dispuesto a enfrentarse al dragón.

Tina estaba presente en la sala del trono cuando esto sucedió y decidió ofrecerse voluntariamente para rescatar el tesoro. El rey intentó disuadirla diciéndole que era demasiado peligroso para ella, pero Tina insistió en demostrar su valentía y habilidad.

El rey finalmente aceptó su oferta y le dio a Tina una espada mágica que podría ayudarla en su misión. Con determinación en sus ojos, Tina partió hacia la guarida del dragón.

Cuando llegó allí, encontró al dragón durmiendo profundamente sobre el tesoro robado. Con mucho cuidado, se acercó sigilosamente al dragón con la espada mágica lista para atacar. Pero justo cuando iba a atacar al dragón, éste abrió los ojos y comenzó a rugir ferozmente.

"¿Qué haces aquí?" gritó el dragón furioso mientras preparaba su fuego ardiente para lanzarlo contra Tina.

Tina no perdió la calma ni un segundo e intento razonar con el dragón: "Por favor, señor dragón, entiendo que este tesoro es importante para usted, pero también lo es para mi reino. ¿No podríamos llegar a un acuerdo en el que ambos salgamos beneficiados?"El dragón se sorprendió por la audacia de Tina y decidió escucharla: "¿Qué tipo de acuerdo?" preguntó.

Tina propuso compartir el tesoro entre su reino y el dragón. El dragón aceptó la oferta y le permitió llevarse una parte del tesoro mientras él se quedaba con la otra parte.

Cuando Tina regresó al reino con el tesoro recuperado, fue recibida como una heroína. El rey estaba muy orgulloso de ella y los caballeros se arrepintieron de no haber sido tan valientes como ella.

Tina enseñó a todos en el reino que no siempre es necesario luchar o enfrentarse contra alguien para conseguir lo que deseas. A veces, simplemente necesitas hablar con ellos y encontrar un compromiso justo para ambas partes.

Desde entonces, Tina se convirtió en un modelo a seguir para los niños del reino y su historia fue contada durante generaciones como ejemplo de coraje, sabiduría y compasión.

FIN.

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