La princesa valiente
Había una vez, en un reino lejano, una hermosa princesa llamada Lara. Ella vivía en un castillo rodeado de jardines y animales mágicos.
Pero había algo que la hacía sentir diferente a los demás niños de su edad: a veces se hacía pis sin querer. La princesa Lara tenía vergüenza de su problema y no sabía cómo solucionarlo. Un día, mientras paseaba por el bosque con su unicornio mágico, se encontró con un viejo sabio.
"¿Qué te pasa, pequeña?", preguntó el anciano al ver las lágrimas en los ojos de la princesa. "No sé qué hacer", respondió Lara entre sollozos.
"A veces me hago pis sin querer y tengo miedo de que todos se burlen de mí". El sabio sonrió y le dijo: "No tienes nada que temer, mi querida princesa. Todos tenemos problemas diferentes y debemos aprender a aceptarnos tal como somos".
Lara no entendía muy bien lo que el anciano quería decirle, pero decidió seguir escuchando sus palabras sabias. "Lo importante es buscar ayuda cuando necesitamos resolver un problema", continuó el sabio. "Puedes hablar con tus padres o buscar a un especialista que te ayude a encontrar una solución".
La princesa Lara empezó a comprender lo que el viejo sabio le estaba diciendo y se sintió más tranquila al saber que no estaba sola en su situación.
A partir de ese momento, decidió enfrentar su problema con valentía y pedir ayuda para superarlo. Habló con sus padres y juntos buscaron la manera de ayudarla. Finalmente, la princesa Lara encontró una solución y dejó de tener miedo de hacerse pis sin querer.
Aprendió que pedir ayuda no era una debilidad, sino una muestra de fortaleza y valentía. Desde entonces, se sintió más segura de sí misma y continuó disfrutando de sus aventuras junto a su fiel unicornio mágico.
Y cuando alguien le preguntaba por qué ya no tenía vergüenza, ella respondía con orgullo: "Porque soy una princesa valiente que sabe pedir ayuda cuando lo necesita".
FIN.