La princesa y el monstruo amigo
Había una vez en un reino muy lejano, una princesa llamada Chloe que vivía en un castillo rodeado de jardines y flores de colores brillantes.
A pesar de tenerlo todo, la princesa Chloe se sentía sola, ya que no tenía amigos con quien jugar. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano al castillo, la princesa Chloe escuchó unos ruidos extraños provenientes de un arbusto.
Con valentía, se acercó y descubrió a un monstruo pequeño y animal que temblaba de miedo. La princesa Chloe pudo ver en sus ojos amarillos que el monstruo estaba asustado y solo. "¿Quién eres tú?", preguntó la princesa Chloe con curiosidad. "Soy Wilson, el monstruo", respondió el ser tembloroso.
La princesa Chloe notó que Wilson no era tan aterrador como todos decían los cuentos. Decidió llevarlo al castillo para protegerlo y cuidarlo.
Al principio, los sirvientes del castillo tenían miedo de Wilson, pero la princesa Chloe les explicó que era amigable y solo necesitaba compañía. Los días pasaron y la amistad entre la princesa Chloe y Wilson creció cada vez más fuerte.
Juntos exploraban el bosque, jugaban en los jardines del castillo e incluso ayudaban a los aldeanos del reino con sus tareas diarias. Un día, mientras caminaban por el mercado del pueblo, vieron a un grupo de niños burlándose de Wilson por ser diferente.
La princesa Chloe se puso triste al ver cómo lastimaban los insultos a su amigo. Ella recordó lo sola que había estado antes de conocer a Wilson y decidió hacer algo al respecto.
Con determinación en su mirada, la princesa Chloe subió a un banco en medio del mercado y dijo en voz alta:"¡Atención a todos! Este es mi amigo Wilson, el monstruo más valiente y bondadoso que he conocido. No importa cómo luzca o qué digan los demás, lo importante es ser amables y respetuosos con quienes nos rodean.
"Las palabras de la princesa Chloe resonaron en todo el mercado e hicieron reflexionar a todos los presentes sobre la importancia de aceptar las diferencias y valorar la verdadera amistad.
Desde ese día, Wilson fue aceptado por todos en el reino y nunca más volvieron a burlarse de él. La princesa Chloe enseñó una gran lección sobre amor incondicional e inclusión para todos.
Así fue como la historia de La Princesa Chloe y El Monstruo Wilson se convirtió en una leyenda inspiradora contada generación tras generación en aquel reino encantado donde la verdadera magia residía en los corazones nobles como el de ellos dos.
FIN.