La Princesita de las Mariposas
Había una vez una princesita llamada Ana, quien siempre había soñado con volar como las mariposas que veía en los jardines del palacio. Pero su padre, el rey, le decía que era imposible y peligroso intentarlo.
Un día, mientras paseaba por los jardines del palacio, Ana vio a una hermosa mariposa de colores brillantes revoloteando cerca de ella. La princesita se acercó con cuidado y la mariposa pareció invitarla a seguirla.
Ana siguió a la mariposa hasta un claro escondido detrás de unos arbustos. Allí encontró a un anciano sabio sentado en una roca. "Hola querida princesita ¿qué te trae por aquí?"- preguntó el sabio. "Quiero aprender a volar como las mariposas"- respondió Ana emocionada.
El sabio sonrió y le dijo:"Si quieres aprender a volar como las mariposas primero debes conocerlas bien.
"Entonces comenzó a enseñarle todo sobre las mariposas: sus alas delicadas pero fuertes, cómo se alimentan del néctar de las flores y cómo usan su olfato para encontrarlas. También le explicó cómo la transformación de oruga a crisálida y luego en hermosa mariposa simboliza el cambio y crecimiento personal.
Ana aprendió mucho sobre las mariposas ese día, pero todavía no había aprendido cómo volar como ellas. El sabio lo notó e ideó un plan para ayudarla. "Vamos al lago cercano"- dijo el sabio "Allí hay unas hojas anchas y resistentes que flotan en el agua. Las usaremos para practicar.
"Ana estaba emocionada mientras se dirigían al lago. El sabio le enseñó cómo doblar las hojas para crear alas improvisadas y luego la ayudó a subir a una de ellas.
"Ahora, princesita, imagina que eres una mariposa"- dijo el sabio "Siente el viento en tus alas y piensa en volar alto hacia el cielo. "Y así comenzó la práctica de Ana. Al principio fue difícil equilibrarse sobre las hojas, pero poco a poco comenzó a sentirse más cómoda.
Saltaba de una hoja a otra, extendiendo sus —"alas" imaginarias y sintiéndose cada vez más libre. Pero justo cuando parecía haberle tomado el truco, un fuerte viento sopló desde la dirección opuesta y Ana perdió su equilibrio.
Cayó al agua con un gran chapoteo. "Oh no!"- exclamó Ana mientras salía del agua "Lo arruiné todo!"El sabio se acercó sonriendo:"No te preocupes princesita, eso es parte del aprendizaje.
Todos nos caemos alguna vez antes de aprender a volar bien. "Ana asintió con tristeza pero decidió intentarlo otra vez. Y así lo hizo durante muchos días: practicando sobre las hojas en el lago hasta que finalmente logró mantenerse en equilibrio incluso con fuertes ráfagas de viento.
Un día regresando al palacio, Ana vio algo sorprendente: una mariposa revoloteaba cerca de ella como si quisiera jugar. La princesita sonrió y comenzó a correr detrás de ella, saltando y girando como una mariposa.
"Lo logré! Lo logré!"- gritó Ana mientras la mariposa desaparecía en el horizonte. Desde ese día, la princesita Ana se convirtió en la más hábil voladora de todo el reino. Y todos los que la veían volar decían que parecía una hermosa mariposa multicolor.
Y así, gracias a su perseverancia y al sabio consejo del anciano, Ana logró cumplir su sueño de volar como las mariposas.
FIN.