La princesita Lexa y las Verduras Encantadas
Había una vez en un reino muy lejano, una pequeña y hermosa princesa llamada Lexa. Ella vivía en un castillo rodeado de jardines llenos de flores de todos los colores y árboles frutales.
Lexa era una princesa muy alegre y traviesa, pero tenía un pequeño problema: no le gustaba comer verduras. La madre de Lexa, la Reina Isabella, siempre le decía lo importante que era comer sano para crecer fuerte y saludable.
Pero la princesa Lexa hacía muecas cada vez que veía un plato con verduras en la mesa y siempre las dejaba intactas. Un día, mientras jugaba en el jardín del castillo, Lexa comenzó a sentirse extraña.
De repente, se dio cuenta de que estaba encogiéndose poco a poco. Asustada, corrió hacia su madre para pedir ayuda. "¡Mamá! ¡Algo está pasando! ¡Me estoy haciendo pequeñita!", exclamó Lexa entre lágrimas.
La Reina Isabella se sorprendió al ver a su hija tan diminuta y recordó todas las veces que había rechazado las verduras en su comida. Entonces, tuvo una idea. "Creo saber qué te pasa, querida Lexa.
Tu cuerpo necesita nutrientes para crecer adecuadamente, y las verduras son fundamentales para eso", explicó la Reina mientras preparaba un plato colorido con vegetales frescos y nutritivos. Lexa sintió un hambre voraz al ver aquellos colores vibrantes en su plato y comenzó a devorar las verduras con entusiasmo.
Poco a poco, pudo sentir cómo volvía a recuperar su tamaño normalidad. "¡Oh mamá! ¡Qué deliciosas están estas verduras! ¡No volveré a rechazarlas nunca más!", prometió la princesita mientras abrazaba a su madre con gratitud.
Desde ese día en adelante, Lexa aprendió la importancia de llevar una alimentación equilibrada y variada. Comenzó a disfrutar de todo tipo de alimentos saludables y compartía sus comidas con los demás habitantes del castillo.
El mensaje sobre la importancia de una dieta balanceada se extendió por todo el reino gracias a la valiosa lección que aprendió la princesita Lexa. Todos los niños del lugar empezaron a imitarla e incluir más vegetales en sus comidas diarias.
Y así fue como gracias al amor por los alimentos nutritivos, la pequeña princesita Lexa creció fuerte y sana junto a su familia en el hermoso castillo donde reinaba el bienestar y la felicidad para siempre jamás.
FIN.