La promesa a la bandera


En la escuela Manuel Belgrano de Paraná, un grupo de niños de cuarto grado se preparaba para un día muy especial. Todos estaban emocionados porque iban a realizar la promesa a la bandera. En el aula, la maestra Marta les explicó la importancia de este acto patriótico y les animó a reflexionar sobre lo que significaba para cada uno de ellos.

- ¡Chicos, hoy es un día muy importante! Vamos a comprometernos con nuestra bandera y con nuestro país. Es un momento para demostrar nuestro amor y respeto por los símbolos patrios - les dijo la maestra con entusiasmo.

Los niños escuchaban atentamente, algunos con nerviosismo y otros con emoción. Entre ellos se encontraba Tomás, un niño curioso y valiente.

- ¿Qué significa realmente comprometerse con la bandera? - preguntó Tomás, levantando la mano.

- Significa que estamos dispuestos a respetar y defender los valores de nuestra patria, a ser buenos ciudadanos y a trabajar por un país mejor - respondió la maestra.

Los niños comenzaron a reflexionar sobre estas palabras, pensando en lo que podían hacer para cumplir con esa promesa. Mientras tanto, en el patio de la escuela, el viento soplaba suavemente ondeando la bandera argentina. Era un espectáculo hermoso que inspiraba a los niños a tomar su compromiso con seriedad y orgullo.

Finalmente, llegó el momento tan esperado. Los niños se reunieron alrededor de la bandera, con miradas llenas de determinación y alegría. La maestra Marta les pidió que pusieran sus manos sobre sus corazones y recitaran juntos la promesa a la bandera.

- Prometemos respetar y honrar a nuestra bandera, a nuestra patria y a sus ideales. Nos comprometemos a ser buenos ciudadanos, a trabajar por el bienestar de todos y a defender los valores de libertad, igualdad y justicia. ¡Así lo prometemos! - dijeron los niños con voz firme y decidida.

Al terminar, un sentimiento de unidad y orgullo invadió el corazón de cada niño. Sabían que estaban dando un paso importante en sus vidas, asumiendo un compromiso que los acompañaría siempre.

Desde ese día, Tomás y sus compañeros se esforzaron por cumplir con su promesa. Ayudaban a sus compañeros, respetaban las reglas, participaban en actividades solidarias y siempre recordaban la importancia de ser buenos ciudadanos. Siempre que veían ondear la bandera, recordaban con cariño aquel día en el que hicieron su promesa, y se sentían orgullosos de ser parte de algo tan grande y significativo como su país.

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