La promesa de Gabriela



Gabriela era una niña curiosa y llena de energía. Siempre estaba buscando nuevas formas de divertirse y explorar el mundo que la rodeaba. Sin embargo, a veces su curiosidad la llevaba a meterse en problemas.

Un día, mientras Gabriela estaba jugando en su habitación, escuchó a sus padres hablar sobre un viaje familiar al bosque. La emoción se apoderó de ella y no pudo resistirse a la idea de vivir una aventura en medio de la naturaleza.

Esa noche, Gabriela esperó pacientemente hasta que todos estuvieran dormidos. Con sigilo, se levantó de su cama y comenzó a prepararse para su gran escapada.

Se vistió con ropa cómoda, metió algunos bocadillos en una mochila y salió por la ventana hacia la oscuridad de la noche. Mientras caminaba por el bosque, Gabriela se sentía emocionada y un poco asustada al mismo tiempo.

La luna brillaba en el cielo estrellado y los sonidos misteriosos del bosque llenaban el aire. De repente, Gabriela oyó un ruido extraño detrás de unos arbustos altos. Se acercó cautelosamente y descubrió a un pequeño mapache atrapado entre las ramas espinosas. El mapache parecía asustado e indefenso.

Gabriela decidió ayudarlo y con mucho cuidado liberó al mapache de su trampa natural. El pequeño animalito miró fijamente a Gabriela con sus ojos brillantes como si le estuviera diciendo —"gracias" .

"¡Oh! ¡Qué lindo eres! No te preocupes, ya estás a salvo", dijo Gabriela con una sonrisa. El mapache se alejó corriendo entre los árboles y Gabriela continuó su aventura. Caminó un poco más y encontró un riachuelo cristalino que fluía suavemente.

Se agachó para tomar un poco de agua fresca cuando vio algo brillante en el fondo del riachuelo. Era una llave dorada. Gabriela sintió que había encontrado un tesoro y decidió seguir el rastro de la llave para descubrir qué misterios escondía.

Después de mucho caminar, Gabriela llegó a una puerta antigua oculta entre los árboles. La llave encajaba perfectamente en la cerradura y al girarla, la puerta se abrió revelando un jardín secreto lleno de flores hermosas y coloridas.

Gabriela entró al jardín maravillada por su belleza. Mientras olfateaba las fragancias dulces de las flores, escuchó el sonido débil de alguien llamándola desde lo lejos. "¡Gabriela! ¡Gabriela!", gritaban sus padres preocupados mientras corrían hacia ella.

La niña les explicó emocionada todo lo que había vivido: cómo salvó al mapache y encontró la llave dorada que abrió el jardín secreto. Sus padres se miraron sorprendidos pero también orgullosos de su valentía y determinación.

"Hija, estamos felices de que hayas tenido una gran aventura, pero debes recordar que tu seguridad es lo más importante", dijo su mamá. Gabriela asintió y prometió ser más cuidadosa en el futuro.

Aprendió que la curiosidad y las ganas de explorar eran cualidades maravillosas, pero también debía tener en cuenta los riesgos y respetar las reglas. Desde aquel día, Gabriela siguió teniendo aventuras, pero siempre con la supervisión de sus padres o adultos responsables. Aprendió a disfrutar del mundo que la rodeaba sin ponerse en peligro innecesario.

Y así, Gabriela se convirtió en una niña valiente y sabia, capaz de enfrentarse a cualquier desafío con seguridad y alegría. Cada día era una nueva oportunidad para vivir nuevas aventuras y aprender lecciones importantes mientras crecía felizmente.

FIN.

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