La promesa de la amistad



Había una vez un niño llamado Hugo, que era conocido por ser muy guero y tener unos ojos verdes brillantes. Vivía en un pequeño pueblo de Argentina y solía pasar sus días jugando con su mejor amiga, Ashley.

Un día, mientras Hugo y Ashley jugaban en el parque, llegó una nueva familia al pueblo. Eran extranjeros y habían venido a vivir allí temporalmente.

Entre ellos se encontraba una niña llamada Sofía, quien rápidamente capturó la atención de Hugo con su sonrisa cálida. Hugo comenzó a pasar más tiempo con Sofía y poco a poco se fue alejando de Ashley.

Esto entristeció mucho a la pobre niña, ya que ella siempre había considerado a Hugo como su mejor amigo. Pero decidió no rendirse y decidió hablar con él para entender qué estaba pasando. "Hugo, ¿por qué te estás alejando de mí? ¿Qué pasó?" - preguntó Ashley preocupada. "Lo siento mucho, Ashley.

No quería lastimarte. Pero me he hecho amigo de Sofía y nos llevamos muy bien" - respondió Hugo apenado. Ashley sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras de su amigo, pero decidió ser comprensiva.

Sabía que las personas pueden hacer nuevos amigos sin dejar atrás a los antiguos. "Entiendo que hayas encontrado una nueva amiga en Sofía", dijo Ashley con tristeza en sus ojos verdes.

"Pero eso no significa que tengas que olvidarte de tus viejas amistades". Hugo reflexionó sobre las palabras de Ashley y se dio cuenta del error que había cometido. No quería perder a su amiga de toda la vida por una nueva amistad. "Tienes razón, Ashley.

Me equivoqué al alejarme de ti sin explicación", dijo Hugo arrepentido. "Eres mi mejor amiga y no quiero perderte". Ashley sonrió, sintiendo un gran alivio en su corazón.

Ambos se abrazaron y prometieron nunca dejar que las nuevas amistades los separaran. A partir de ese día, Hugo aprendió una valiosa lección sobre la importancia de valorar a sus amigos y ser fiel a ellos.

Aprendió que no hay nada de malo en hacer nuevos amigos, pero siempre debemos recordar aquellos que estuvieron ahí desde el principio. Hugo y Ashley siguieron siendo mejores amigos durante mucho tiempo, compartiendo risas, aventuras y apoyándose mutuamente en cada paso del camino.

Y así, esta historia nos enseña que la verdadera amistad es un tesoro invaluable que debemos cuidar y valorar siempre. No importa cuántas nuevas personas lleguen a nuestras vidas, nuestros viejos amigos siempre estarán allí para nosotros cuando más los necesitemos.

FIN.

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