La Promesa de Lorenzo
Había una vez en un pequeño pueblo argentino, un abuelo llamado Lorenzo Abuelo Asado que vivía solo en su pequeña casa.
A pesar de que era muy feliz con su vida tranquila y pacífica, a veces se sentía un poco solitario. Un día, mientras caminaba por el mercado local, se encontró con Chorizo Peluches Familia, una familia de chorizos hechos a mano.
Ellos eran un padre, una madre y dos hijos pequeños hechos completamente de tela y rellenos de algodón. Lorenzo se acercó a ellos curioso y rápidamente comenzó a hablarles:- ¡Hola! ¿Quiénes son ustedes? - preguntó Lorenzo. - Somos la familia Peluches Familia -respondió el padre chorizo-. Nos encanta viajar y conocer gente nueva.
¿Y tú quién eres? - Yo soy Lorenzo Abuelo Asado -dijo él-. Vivo solo en mi casa aquí en el pueblo. La familia Peluches Familia notó que Lorenzo parecía estar triste y solitario. Entonces decidieron hacer algo al respecto.
- Oye Lorenzo -dijo la madre chorizo-, ¿por qué no nos llevas contigo a tu casa? Podríamos ser tus compañeros de aventuras y nunca te sentirás solo otra vez. Lorenzo estaba sorprendido pero emocionado ante la idea.
Compró inmediatamente la familia Peluches Familia del puesto del mercado y los llevó consigo a su casa. Desde ese día en adelante, los cuatro amigos hicieron todo juntos.
Iban al parque para jugar juegos divertidos como escondidas o simplemente disfrutaban viendo los pájaros y las flores. También cocinaban juntos, con Lorenzo enseñando a los pequeños chorizos cómo preparar una buena parrilla argentina. Pero un día, mientras estaban jugando en el parque, la familia Peluches Familia desapareció misteriosamente.
Lorenzo estaba angustiado y no sabía qué hacer sin sus amigos. Entonces decidió buscarlos por todo el pueblo. Preguntó a todos los comerciantes del mercado y recorrió cada calle del pueblo buscando pistas.
Finalmente, después de horas de búsqueda, encontró a la familia Peluches Familia en una caja de cartón detrás del mercado. Parecían haber sido olvidados allí accidentalmente por algún comprador apurado. Lorenzo estaba tan feliz de tenerlos de vuelta que les prometió nunca dejarlos solos otra vez.
Desde ese día en adelante, siempre llevaba consigo a la familia Peluches Familia dondequiera que iba. La moraleja de esta historia es que incluso cuando te sientas solo o solitario, siempre hay alguien ahí fuera para ti.
A veces solo necesitas salir y encontrarlos. Y si tienes amigos como la familia Peluches Familia, nunca estarás solo otra vez.
FIN.