La Promesa Interior


Había una vez una mujer llamada Sofía que estaba profundamente enamorada de su pareja, Martín.

Desde el primer día que se conocieron, Martín le hizo muchas promesas: prometió llevarla a lugares maravillosos, prometió regalarle flores todos los días y prometió hacerla la persona más feliz del mundo. Sofía creyó en esas promesas con todo su corazón. Estaba llena de ilusión y emoción por lo que vendría en su relación con Martín.

Pero a medida que pasaba el tiempo, Sofía comenzó a darse cuenta de algo triste: Martín nunca cumplía sus promesas. Un día, Sofía decidió hablar con Martín sobre esto. "Martín, estoy muy triste porque siento que no cumples las promesas que me haces.

Me haces sentir decepcionada y desilusionada"- le dijo Sofía con lágrimas en los ojos. Martín se quedó pensativo por un momento y luego respondió: "Lo siento mucho, Sofía. No quiero hacerte sentir así.

Prometo cambiar y hacer todo lo posible para cumplir mis promesas". Sofía quería creer en las palabras de Martín, así que decidió darle otra oportunidad. Sin embargo, el tiempo siguió pasando y las promesas seguían sin cumplirse.

Un día, mientras caminaban juntos por el parque, Sofía encontró un viejo libro abandonado en un banco. Lo recogió y comenzó a leerlo en voz alta para ella misma:"Había una vez una joven llamada Ana quien también estaba enamorada de alguien que nunca cumplió sus promesas.

Ella se sentía triste y desilusionada, pero en lugar de esperar a que las cosas cambiaran, decidió tomar el control de su propia felicidad".

Sofía quedó intrigada por la historia y continuó leyendo: "Ana descubrió que no podía depender completamente de alguien más para ser feliz. Comenzó a realizar actividades que le apasionaban, hizo nuevos amigos y se enfocó en su propio crecimiento personal". Estas palabras resonaron fuertemente en el corazón de Sofía.

Se dio cuenta de que había estado esperando demasiado de Martín y olvidándose de cuidar de sí misma. Decidió seguir el consejo del libro y comenzar a perseguir sus propias pasiones.

Se inscribió en clases de pintura, se unió a un grupo deportivo y empezó a pasar tiempo con amigos que la hacían sentir bien. Con cada paso que daba hacia su propia felicidad, Sofía se sintió más fuerte y empoderada.

Ya no necesitaba las promesas vacías e incumplidas de Martín para sentirse completa. Un día, mientras disfrutaba del sol en el parque después de una clase de yoga, Sofía notó una presencia familiar acercándose. Era Martín. "Sofía, he estado pensando mucho sobre mis acciones pasadas.

Me di cuenta de lo egoísta e irresponsable que he sido contigo"- dijo Martín sinceramente-. "Me gustaría poder cumplir todas esas promesas ahora mismo, pero entiendo si ya no confías en mí".

Sofía sonrió con comprensión y le respondió: "Martín, te perdono porque he aprendido algo muy valioso en este tiempo. No puedo depender de ti para ser feliz, esa responsabilidad recae en mí misma.

Estoy enfocada en mi propio crecimiento y felicidad, y si quieres formar parte de eso, estás más que bienvenido". Martín se llenó de alegría al escuchar las palabras de Sofía. Comprendió que sus acciones habían tenido consecuencias y estaba dispuesto a cambiar. Desde ese día, Martín comenzó a cumplir sus promesas poco a poco.

Pero lo más importante fue que Sofía ya no necesitaba esas promesas para sentirse amada y feliz. La historia de Sofía nos enseña que no debemos depender completamente de los demás para encontrar la felicidad.

Cada uno tiene el poder dentro de sí mismo para buscar su propia satisfacción y plenitud, sin importar las promesas incumplidas o decepciones del pasado.

Dirección del Cuentito copiada!
1