La Protectora del Bosque

Había una vez en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, una niña llamada Sofía. Sofía era muy curiosa y le encantaba explorar los alrededores del pueblo.

Un día, mientras caminaba por el bosque, encontró un pequeño polluelo que había caído de su nido. Sofía se acercó con cuidado al polluelo y lo levantó con sus manos. El polluelo estaba asustado y tembloroso, pero Sofía sabía que tenía que hacer algo para ayudarlo.

Decidió llevarlo a casa y cuidarlo hasta que pudiera volar nuevamente. Cuando llegó a casa, Sofía colocó al polluelo en una caja con papel y lo mantuvo caliente con una manta.

Le dio agua y semillas para comer todos los días. Con el tiempo, el polluelo comenzó a crecer fuerte y sano bajo los cuidados amorosos de Sofía. Un día, cuando el pollito ya era grande suficiente para aprender a volar, Sofía decidió llevarlo al bosque otra vez.

Pero esta vez no lo soltaría sin antes enseñarle cómo hacerlo correctamente.

"Mira Pollito", dijo Sofia mientras sostenia al pájaro en su mano derecha "Tienes que batir tus alas así" - moviendo sus brazos hacia arriba y abajo"y luego saltar desde mi mano". El pequeño pollito parecía entender todo lo que le decían las palabras tranquilizadoras de Sofiá, pero aun asi no se animaba a saltar.

"Vamos amiguito", dijo Sofia con voz dulce "sé que puedes hacerlo". Finalmente, después de un par de intentos, el pollito saltó desde la mano de Sofía y comenzó a batir sus alas.

Al principio no fue muy alto, pero poco a poco fue levantando vuelo hasta que finalmente volaba por encima del bosque. Sofía estaba muy feliz al ver que su pequeño amigo había aprendido a volar.

Ella se dio cuenta de que todo lo que necesitaba era un poco de aliento y paciencia para ayudar al polluelo a alcanzar su objetivo. Desde ese día en adelante, Sofía se convirtió en una verdadera protectora de los animales del bosque.

Cada vez que encontraba un animal herido o perdido, ella lo llevaba a casa y lo cuidaba hasta que pudiera volver con seguridad a su hogar natural. La historia termina con Sofía siendo conocida como "la protectora del bosque" entre los habitantes del pueblo y los animales que viven allí.

Y así, gracias al amor y la dedicación de una niña pequeña, el bosque se convierte en un lugar más seguro para todos sus habitantes.