La protesta frutal



Había una vez, en la selva, tres amigos muy especiales: naranjito, cerecita y manzanita. Ellos eran frutas con personalidades únicas y distintas formas, pero compartían algo en común: su amor por la naturaleza y su hogar.

Un día, mientras jugaban juntos en el bosque, notaron que algo extraño estaba sucediendo. Escucharon ruidos fuertes y vieron luces brillantes provenientes de la distancia.

Cuando se acercaron para investigar, descubrieron que eran los terrícolas: monstruos animados en forma de industrias que querían destruir su hogar para construir más fábricas. Los tres amigos se preocuparon mucho por lo que estaban viendo. Sabían que debían hacer algo para salvar a sus familias y amigos del peligro inminente.

Pero ¿qué podían hacer? No tenían mucha fuerza física ni poderes sobrenaturales. Sin embargo, decidieron no rendirse tan fácilmente. Juntos formularon un plan ingenioso para detener a los terrícolas y proteger su hogar.

Primero, naranjito sugirió que trataran de hablar con los terrícolas e intentaran convencerlos pacíficamente de abandonar sus planes destructivos. Cerecita pensó que era una buena idea pero sabía que tendría poco éxito debido a la arrogancia e insensibilidad de los terrícolas hacia el medio ambiente.

Manzanita propuso entonces otra solución: organizar una protesta masiva junto con otros animales del bosque para mostrarle al mundo entero lo importante que es preservar el equilibrio natural del ecosistema.

Los tres amigos estaban de acuerdo en que esta era la mejor opción. Así que comenzaron a trabajar juntos para difundir el mensaje de la protesta y convocar a todos los animales del bosque para unirse a ellos.

Cerecita creó pancartas coloridas y pegajosas, mientras naranjito diseñó volantes informativos con imágenes impactantes. Manzanita se encargó de hablar con otros animales y convencerlos para unirse a su causa. El día de la protesta llegó rápidamente y los tres amigos se sintieron emocionados al ver tanta gente reunida por una misma causa.

Había osos, monos, aves y hasta algunos insectos que se habían sumado a la manifestación. Todos juntos cantaban consignas sobre proteger el medio ambiente y cuidar la naturaleza.

De repente, los terrícolas aparecieron en escena con sus maquinarias pesadas listas para comenzar a construir las fábricas. Pero cuando vieron la multitudinaria protesta frente a ellos, se detuvieron en seco. Uno de los líderes terrícolas intentó hablar pero fue interrumpido por manzanita.

"No queremos pelear", dijo ella con calma pero firmeza, "solo queremos vivir en paz junto con nuestra madre tierra".

Los terrícolas parecieron reflexionar sobre lo que acababa de decir manzanita y finalmente tomaron una decisión: abandonarían sus planes destructivos y buscarían alternativas más amigables con el medio ambiente. La noticia fue recibida con alegría por toda la multitud presente, quienes celebraron junto a naranjito, cerecita y manzanita su gran victoria.

Desde ese día, la selva se convirtió en un lugar más seguro y protegido gracias a la valentía y determinación de estos tres amigos. Y así, aprendimos que cuando nos unimos para luchar por una causa noble, podemos lograr grandes cosas. La naturaleza es nuestra amiga y debemos cuidarla siempre.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!