La puerta a los dinosaurios

Bruno y sus amigos estaban jugando en el recreo cuando vieron una puerta oculta detrás de un arbusto. Se acercaron a investigar y notaron que la puerta tenía extraños símbolos grabados en ella.

- ¡Miren esto! -exclamó Facundo, señalando los símbolos-. ¿Qué creen que signifiquen? - No lo sé -respondió Gael-, pero parece antiguo. Emilio se acercó a la puerta y la empujó. Para su sorpresa, se abrió sin dificultad alguna.

- ¿Deberíamos entrar? -preguntó Bruno, emocionado ante la idea de descubrir algo nuevo. Sus amigos asintieron con entusiasmo y entraron por la puerta, sin saber qué les esperaba al otro lado. Al principio, todo parecía igual que antes: árboles verdes y altos rodeaban el camino.

Pero pronto notaron algo extraño: había huellas gigantes en el suelo. Huellas como las que dejaría un dinosaurio. - Chicos... creo que estamos en otra dimensión -dijo Bruno con asombro en su voz.

Los cuatro amigos caminaron cautelosamente por el sendero hasta llegar a una clara donde encontraron un grupo de dinosaurios herbívoros comiendo hojas de los árboles. Los niños se quedaron boquiabiertos al verlos tan cerca.

Pero luego, oyeron ruidos detrás de ellos: era un tiranosaurio rex persiguiéndolos. Corrieron hacia atrás para evitar ser devorados por ese feroz depredador mientras trataban de encontrar una manera de volver a casa.

Después de correr por un buen rato, encontraron otra puerta que parecía conducir de regreso a su dimensión. Pero esta vez, había un código para abrir la puerta. - ¡Espera! -exclamó Bruno-. Sé cómo descifrar el código. Es una combinación numérica basada en la secuencia Fibonacci.

Bruno ingresó los números y la puerta se abrió. Los amigos pasaron rápidamente por ella antes de que el tiranosaurio rex pudiera alcanzarlos. Cuando llegaron a casa, contaron su aventura emocionante a sus padres. Todos estaban asombrados por lo que habían visto y experimentado.

A partir de ese día, Bruno decidió estudiar más sobre los dinosaurios y las matemáticas para estar mejor preparado si alguna vez volvía a encontrar una puerta hacia otra dimensión. Y sus amigos se unieron a él en ese empeño.

La aventura les enseñó que nunca saben lo que pueden encontrar detrás de una simple puerta oculta y la importancia del conocimiento para enfrentar situaciones nuevas e inesperadas.