La puerta de los sueños mágicos

Miriam, la maestra de 7ºA, observaba con curiosidad a sus alumnos mientras ellos murmuraban entre sí y se miraban con ojos llenos de emoción.

Había escuchado rumores sobre una puerta misteriosa en la escuela, pero nunca había prestado mucha atención hasta ahora. Al acercarse al grupo, Miriam preguntó con intriga: "¿Qué están tramando chicos?"Paula, con una sonrisa traviesa en su rostro, respondió: "Seño Miriam, hemos descubierto una puerta que nadie sabe qué hay detrás.

Y hemos decidido aventurarnos a descubrirlo". Miriam sabía que no podía dejar que los niños se metieran en problemas, pero también entendía su curiosidad y espíritu aventurero. Así que decidió acompañarlos en esta exploración. "Está bien", dijo Miriam.

"Pero antes de ir allí, necesitamos hacer un plan para asegurarnos de estar seguros". Los cuatro amigos asintieron emocionados y comenzaron a discutir ideas. Decidieron llevar linternas y cuadernos para tomar notas sobre lo que encontraran.

También convinieron en mantenerse juntos en todo momento y no entrar si sentían algún peligro. Una vez preparados, el grupo se dirigió hacia la puerta misteriosa.

Al llegar frente a ella, el corazón de todos latía rápido por la emoción y el temor a lo desconocido. Federico tomó aire profundamente y giró el picaporte lentamente mientras los demás le miraban expectantes. La puerta se abrió revelando un pasillo oscuro y polvoriento.

Con las linternas encendidas, los cuatro amigos avanzaron con cautela por el pasillo. A medida que se adentraban más y más, comenzaron a escuchar extraños ruidos que les ponían la piel de gallina. "¿Escucharon eso?" susurró Fabián, mirando a sus amigos con ojos asustados. "Sí", respondió Paula temblando un poco.

"Pero no podemos rendirnos ahora. Sigamos adelante". A pesar del miedo que sentían, continuaron caminando hasta llegar a una sala amplia y llena de libros antiguos cubiertos de polvo.

En el centro había una gran mesa con un mapa desplegado sobre ella. Los niños se acercaron al mapa y notaron que estaba lleno de destinos mágicos y aventuras por descubrir. Había islas voladoras, castillos encantados y bosques llenos de criaturas fantásticas.

Graciela exclamó emocionada: "¡Esto es increíble! ¡Podemos viajar a todos estos lugares maravillosos!"Miriam sonrió orgullosa al ver la emoción en los ojos de sus alumnos. Sabía que habían encontrado algo especial detrás de esa puerta misteriosa: su imaginación y creatividad desbordantes.

Decidieron regresar a clase para contarle a todos sobre su descubrimiento. Y así fue como la puerta espeluznante se convirtió en una fuente interminable de inspiración para los estudiantes de 7ºA.

Desde ese día, cada vez que necesitaban un impulso creativo o una dosis extra de imaginación, abrían la puerta y se adentraban en un mundo lleno de aventuras y posibilidades.

Y así, gracias a su valentía y curiosidad, Paula, Fabián, Federico y Graciela descubrieron que detrás de las puertas misteriosas pueden encontrarse los sueños más maravillosos. Y Miriam aprendió que a veces es necesario dejar volar la imaginación para encontrar tesoros inimaginables.