La Puerta del Universo


Nino era un niño curioso, siempre buscando nuevas aventuras y descubrimientos en su mundo. Un día, mientras jugaba en el parque de su barrio, encontró una extraña puerta escondida detrás de unos arbustos.

Sin pensarlo dos veces, decidió abrirla y entrar. - ¡Guau! ¿Dónde estoy? -exclamó Nino al ver que se encontraba en un lugar totalmente diferente a todo lo que había visto antes. Se trataba de un universo paralelo donde todo parecía más colorido y brillante.

Había árboles gigantes con hojas multicolores, ríos cristalinos llenos de peces brillantes y pájaros que cantaban melodías desconocidas. - Hola pequeño viajero -dijo una voz amable detrás de él. Nino se dio vuelta para ver quién hablaba.

Era un ser extraño con forma humanoide pero con rasgos animales como ojos grandes y pelaje suave. - Soy Roco, parte del consejo encargado de proteger este universo -explicó el ser-.

¿Qué te trae por aquí? - Solo quise explorar -respondió Nino emocionado-. Nunca había visto algo así antes. Roco sonrió ante la curiosidad del niño y decidió acompañarlo en su aventura por aquel extraño lugar.

Mientras caminaban, notaron que algo estaba mal: los colores empezaron a desvanecerse poco a poco hasta convertirse en tonos grises y apagados. - Esto no puede estar pasando -dijo Roco preocupado-. Algo está afectando nuestro universo...

Nino sintió la tristeza en las palabras del ser y decidió ayudarlo a encontrar la causa de aquel problema. Juntos, descubrieron que una criatura malvada había llegado al universo paralelo con el objetivo de absorber toda la energía positiva para su propio beneficio. - Tenemos que detenerla -dijo Nino decidido-.

No podemos permitir que destruya este lugar tan hermoso. Roco asintió y juntos crearon un plan para enfrentarse a la criatura. Con ingenio y valentía, lograron vencerla y devolverle los colores al universo paralelo. - ¡Lo logramos! -exclamó Nino feliz-.

Gracias por dejarme ser parte de esto, Roco. - Gracias a ti por ayudarnos a proteger lo que más queremos -respondió Roco emocionado-. Te estaré eternamente agradecido. Nino sonrió sabiendo que había hecho algo importante en aquel mundo desconocido.

Decidió volver al suyo pero prometió nunca olvidar aquella aventura y todo lo aprendido en ella.

Dirección del Cuentito copiada!