La puerta mágica de Mateo


Había una vez en un tranquilo pueblo de Argentina, un niño llamado Mateo. Mateo era curioso y aventurero, le encantaba explorar el mundo que lo rodeaba.

Un día, mientras caminaba por el bosque cerca de su casa, se encontró con una extraña puerta en un árbol. Mateo, intrigado por lo que podría haber detrás de esa puerta misteriosa, decidió abrirla y entrar.

¡Para su sorpresa, se encontró en un mundo lleno de colores brillantes y criaturas fantásticas! Este era el Reino de la Imaginación. Allí, Mateo conoció a Lunita, una pequeña hada muy amigable y juguetona. Lunita llevaba consigo una varita mágica que podía convertir los sueños en realidad.

Juntos se embarcaron en emocionantes aventuras por todo el reino. Un día, mientras exploraban el Bosque Encantado, escucharon un ruido proveniente del lago cercano. Rápidamente fueron a investigar y descubrieron a Lucas, un delfín travieso atrapado entre las algas marinas.

"¡Ayuda! ¡No puedo salir!", dijo Lucas desesperadamente. Mateo y Lunita idearon un plan para rescatarlo. Usando la varita mágica de Lunita, convirtieron las algas marinas en burbujas flotantes que elevaron a Lucas hasta la superficie del agua.

"¡Gracias chicos! Estuve atrapado allí durante horas", dijo Lucas aliviado. Agradecido por su ayuda, Lucas les ofreció llevarlos a dar un paseo en su lomo por el mar. Mateo y Lunita aceptaron emocionados y se aferraron a Lucas mientras saltaban y nadaban por las olas.

Mientras disfrutaban del paseo, vieron una isla lejana con una montaña imponente. Mateo sintió curiosidad y les preguntó a sus nuevos amigos qué había allí. "Esa es la Montaña de los Sueños", respondió Lunita.

"Dicen que si subes hasta la cima, puedes encontrar el sueño más grande de tu vida". Intrigado, Mateo decidió que quería descubrir cuál era su sueño más grande. Así que junto a Lunita y Lucas, se dirigieron hacia la montaña.

El camino hacia la cima fue desafiante pero emocionante. Tuvieron que cruzar ríos rápidos, escalar rocas resbaladizas y sortear obstáculos en el camino. Sin embargo, juntos lograron superar cada desafío. Finalmente, llegaron a la cima de la Montaña de los Sueños.

Allí encontraron un gran árbol mágico con ramas brillantes llenas de estrellas fugaces. Mateo cerró los ojos y pensó profundamente en lo que realmente deseaba en su vida: ayudar a los demás a través de sus historias e ilustraciones.

De repente, las estrellas fugaces comenzaron a girar alrededor de Mateo mientras emitían destellos brillantes. Cuando abrió los ojos nuevamente, se dio cuenta de que estaba rodeado por sus personajes e ilustraciones favoritas cobrando vida frente a él.

Desde ese día, Mateo se convirtió en un famoso autor e ilustrador de cuentos infantiles. Sus historias inspiraron a niños y niñas de todo el mundo a soñar en grande y creer en la magia de la imaginación.

Y así, Mateo, Lunita y Lucas continuaron explorando el Reino de la Imaginación, llevando alegría y aventura a todos los que conocían en su camino. Fin.

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