La puerta mágica del bosque



Había una vez en un lugar muy lejano a la ciudad, un pequeño país llamado Alegriaville. En este país vivían tres hermanos muy unidos: Juan, Pedro y Pepe.

Ellos eran conocidos por ser los más traviesos y curiosos de todo el país. Un día, mientras jugaban en el bosque que rodeaba su casa, escucharon un ruido extraño proveniente de un árbol muy grande. Se acercaron con cuidado y descubrieron que dentro del tronco había una puerta secreta.

Sin pensarlo dos veces, decidieron abrirla y adentrarse en lo desconocido. Al cruzar la puerta, se encontraron con una habitación llena de libros mágicos y objetos brillantes.

En el centro de la habitación estaba sentada una anciana sabia que les dijo: "Bienvenidos, valientes exploradores. Han demostrado coraje al adentrarse en este mundo mágico". Los hermanos estaban sorprendidos pero emocionados por lo que veían.

La anciana les explicó que cada libro contenía una historia diferente y que debían elegir uno para vivir su propia aventura. "¡Vamos a elegir juntos!", exclamó Juan emocionado. "Sí, quiero ver qué nos depara esta experiencia", agregó Pedro ansioso. "¡Estoy listo para descubrir nuevos mundos!", dijo Pepe con entusiasmo.

Después de mucho pensar, decidieron elegir un libro titulado "El viaje hacia la montaña encantada". Al abrirlo, fueron transportados a un mundo lleno de criaturas mágicas y paisajes asombrosos.

Debían encontrar la montaña encantada para cumplir su misión: recuperar la varita mágica perdida del hada reina. Durante su travesía, los hermanos enfrentaron desafíos difíciles pero siempre trabajando juntos lograban superarlos. Aprendieron el valor de la amistad, la importancia de ayudarse mutuamente y descubrieron sus propias fortalezas individuales.

Finalmente, después de muchas aventuras emocionantes, lograron llegar a la montaña encantada donde encontraron la varita mágica perdida. El hada reina les agradeció con cariño y les concedió un deseo como recompensa por su valentía y determinación.

"Queremos volver a nuestro hogar en Alegriaville", dijeron los hermanos al unísono. En ese instante fueron transportados de regreso al bosque donde habían encontrado la puerta secreta. Cuando despertaron al día siguiente en sus camas, no podían creer todo lo que habían vivido.

Sabían que aquella aventura había sido real gracias a las enseñanzas aprendidas durante el viaje.

Desde entonces, Juan, Pedro y Pepe se convirtieron en leyendas en Alegriaville contando sus increíbles hazañas a todos los niños del país para inspirarlos a nunca dejar de soñar ni rendirse ante los desafíos que se presenten en sus vidas. Y así demostraron que juntos pueden lograr cualquier cosa si creen en sí mismos y trabajan en equipo hasta alcanzar sus metas más extraordinarias.

FIN.

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